martes, 9 de abril de 2024

Comprueban beneficios del contacto físico

El contacto físico, como un suave masaje en las manos, es benéfico para la salud física y emocional de las personas. Foto Wikipedia Commons


Puede ser un abrazo, un apretón de manos, un masaje terapéutico, una caricia. El contacto físico disminuye el dolor, la depresión y la ansiedad. Y no es cuento: lo acaba de corroborar una investigación que analizó 137 estudios sobre el tema.

En el artículo, publicado en Nature Human Behaviour, científicos de Alemania y Países Bajos revisaron años de estudios sobre el contacto físico, apretones, abrazos y roces, para lo cual estudiaron aquel número de investigaciones que incluían a más de 13 000 adultos, niños y bebés. Cada estudio comparaba individuos que habían sido tocados físicamente durante un experimento o que habían tocado algo como un juguete y personas que no recibían ese contacto.

Un estudio mostró que un masaje diario de 20 minutos en personas con demencia reducía la agresividad y reducía los niveles de estrés. Otro halló que los masajes mejoraban el ánimo de pacientes con cáncer de seno. Y en uno más adultos jóvenes sanos que tocaban un juguete que representaba una foca se sentían más contentos y con menos dolor tras un estímulo que se les aplicaba.

En bebés prematuros los beneficios eran más sentidos, mejorando con el contacto piel a piel.

El estudio reveló aspectos interesantes. Por ejemplo, entre adultos enfermos el contacto físico mejoraba la salud mental, más que en personas sanas. Y no importaba quién hacía el toque, si un familiar o un trabajador de la salud.

Para sorpresa, los bebés recíén nacidos se beneficiaban más del contacto con sus padres que con el de otra persona.

Parecía además que las mujeres se beneficiaban más del contacto físico que los hombres, aunque para uno de los investigadores, Frédéric Michon, del Netherlands Institute for Neuroscience, puede deberse sobre todo a un efecto cultural.

Y la frecuencia del contacto también influye. No tiene el mismo efecto un masaje cada uno o dos años.

Además, tocar la cabeza parece ofrecer un mayor beneficio que tocar el torso, tal vez por las terminaciones nerviosas.

Michon enfatizó que los tipos de contacto considerados en los estudios eran experiencias positivas con los cuales los voluntarios estuvieron de acuerdo. "Si alguien no siente que el contacto es placentero, lo va a estresar".

Nota: con datos de The New York Times

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