Foto Fundación Omacha
En
libertad, andando por el Vichada, anda ahora un ocelote (Leopardus pardalis)
rescatado por la Policía Nacional en 2017 de una casa en el norte de Bogotá,
víctima del tráfico ilegal de especies silvestres que les cercena su ciclo normal
de vida.
El
felino fue puesto bajo custodia de la Secretaría
Distrital de Ambiente (SDA), que lideró su recuperación.
Ahora,
con el concurso de la Fundación Omacha, se encuentra libre en la Reserva
Natural de la Sociedad Civil Bojonawi en ese departamento.
El
individuo porta un collar que permitirá rastrear sus actividades y los lugares
que visita.
Será
una oportunidad además para conocer los patrones de comportamiento en su uso
del espacio gracias a la distancia que recorra diariamente. La información que
se obtenga ayudará a tener mejores procesos de rehabilitación y
liberación de otros animales rescatados, precisó Fernando Trujillo, director
científico de la Fundación.
Un
informe de esa organización reveló que los dos últimos meses del encierro
ambientado por los investigadores de Omacha en Bojonawi, fueron decisivos para
tener la certeza de que el animal estaría preparado para el momento decisivo.
Por
eso su dieta se basó 90% de animales vivos para estimular su instinto de
cacería, como codornices y conejos.
Con
las cámaras trampa instaladas para evitar en lo posible que se acostumbrara a
la presencia de seres humanos, se registraron datos de su comportamiento y
analizó su avance en las habilidades que le permitieran sobrevivir sin la ayuda
del hombre en vida silvestre.
Adrián
Vázquez, biólogo de Omacha que hizo parte del proceso, “el ocelote va con las
garantías genéticas, biológicas y veterinarias de que no representa un riesgo
biológico para el resto de los animales en la reserva. Cuando abrí la puerta de
la jaula portable en la que lo transportamos a la orilla del bosque para ser
liberado, casi no sale. Estaba un poco asustado quizá por tanta gente que
asistió, pero corrió hacia el bosque en medio de nuestra satisfacción”.
La
Fundación informó además que la liberación coincidió con un artículo publicado
en Galemys Spanish Journay of Mammalogy, sobre la estimación de densidad de
ocelotes (Leopardus pardalis) en los Llanos Orientales de Colombia.
Estos
animales fueron muy perseguidos y sus poblaciones diezmadas en las décadas de
1960 y 1970, por el comercio de pieles. Desde los 80, ante la prohibición
internacional de ese comercio, su estado mejoró. En Colombia se clasifica hoy
como Casi Amenazado.
La
pérdida de hábitat, la fragmentación y la caza ilegal siguen siendo amenazas
para sus poblaciones.
En
Bojonawi, entre enero y febrero del año pasado se identificaron dos ocelotes,
obteniéndose una densidad de 1,8 +- 1,5 individuos por 100 kilómetros
cuadrados.
Con
el actual monitoreo continuo se espera conocer el real estado de esta especie.
Las
conversiones de su hábitat para ganadería o para cultivo de palma de aceite, el
furtivismo en áreas protegidas y los incendios que reducen la disponibilidad de
presas, los están afectando de manera severa.
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