Tiene unos 8 millones de años, pero no debe durar muchos millones más. Eso sí, les pegó a los astrónomos un tremendo susto, aunque las últimas informaciones muestran que se está reponiendo.
Sí, en 2019 voló la noticia de que algo sucedía con la famosa Betelgeuse, una estrella rojiza, de las más brillantes del cielo nocturno, parte de la constelación Orión. Estaba como desvaneciéndose, todo lo contrario a lo que se podría esperar dado su tamaño.
La estrella tiene un ciclo de pulsos de cada 400 días nuestros, pero no estaba en uno de ellos. Muchos especularon que estaba en el momento final de su vida, pero no podía serlo. Esta enorme estrella explotará algún día como una supernova. No es que se vaya a desaparecer así no más de la noche a la mañana.
Ahora, científicos con apoyo del telescopio Hubble descubrieron lo que sucedió. Expelió una enorme cantidad de materia de su superficie visible. Por eso se oscureció y pareció haber perdido brillo.
Esa enorme nube de gas la ensombreció varios meses. La estrella expulsó no un pequeño pedazo sino una parte sustancial de su superficie, produciendo una enorme eyección de masa superficial, algo que no se había visto antes en el comportamiento normal de una estrella.
El Sol con frecuencia eyecta parte de su atmósfera exterior, pero la eyección de Betelgeuse fue 400 000 millones más grande que cualquiera del Sol.
Hoy muestra señales de recuperación, aunque hace cosas un poco extrañas, en palabras de Andrea Dupree, del Center for Astrophysics Harvard Smithsonian en Cambridge, Massachusetts, Estados Unidos: Su interior está como rebotando".
Esta estrella es tan grande que si se pudiera en lugar de nuestro Sol, iría más allá de Júpiter, que en promedio se halla a unos 750 millones de kilómetros de nosotros.
Mientras más grande y masiva y una estrella, más rápido quema su combustible y muere, explotando en una gran supernova. Betelgeuse tiene unas 18 a 19 veces la masa solar, con un diámetro de 1 642 000 000 kilómetros.
Otro hecho llamativo es que el pulso de 400 días ha desaparecido, un pulso que se había observado durante los últimos 200 años. No se sabe si definitivamente. El pulso ha siso asociado a cambios en el brillo y a movimientos en la superficie.
Cuando explote, la supernova será de tal magnitud que los terrícolas que vivan entonces la observarán a plena luz del día. No se sabe cuándo sucederá, solo que no será en millones de años sino mucho antes.
Menos mal andamos a unos 600 años luz de ella.
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