Las calles volverán a la normalidad, el virus seguirá. Imagen en Almería. Foto LeMons
Comienza una nueva etapa de nuestra relación con el coronavirus y la enfermedad que produce, Covid-19. Terminó el aislamiento obligatorio, aparece el voluntario y la mayoría de las actividades de la vida actual se reanudarán.
Hay temores, ansiedad y expectativa, más un gran deseo de muchas personas de volver a salir, sentirse en libertad y reencontrarse con familiares, amistades y compañeros. Cierto número se desbocará o creerá que pasó lo peor y se puede volver a la vida de comienzos de año.
¿Qué hacer? Como ilustra la médica y periodista Elisabeth Rosenthal, cada quien conoce su estado de salud, la cantidad de casos donde vive, las medidas de seguridad que se toman en distintos lugares. Por eso la respuesta a esa pregunta es que todo depende de la tolerancia personal al riesgo de exposición a enfermedades infecciosas.
El virus no está volando por todas partes ni adherido a todas las superficies y no todas las personas están contagiadas. El problema es que no se sabe dónde puede estar en un momento dado durante una actividad dada. Para complementar, afirmaba el presidente de Francia, Emmanuel Macron que no existe una sociedad sin riesgos.
Con base en todas las recomendaciones, en lo que han mostrado hasta ahora estudios de investigadores y lo que se conoce del virus, advirtiendo que cada uno es dueño entonces de su propio miedo y cautela, al terminar el aislamiento obligatorio, tenga en cuenta:
1. Use siempre mascarillas. Las N95 o las quirúrgicas son las dos que mayor seguridad brindan,. Pero cualquiera es mejor que ninguna. Se debe usar siempre, más en sitios cerrados.
2. No permanezca mucho tiempo en esos espacios cerrados. Mientras menos, mejor. Y mientras menos tenga que hablar con alguien en ese ambiente, también mejor, salvo que sea su ambiente familiar o de trabajo. Si todos usan mascarilla y guardan distancias, el riesgo se reduce.
3. Eluda las personas sin mascarilla o con ella mal puesta. Y aléjese de ellas cuando menos 6 metros: está visto que las partículas que emiten al hablar pueden llegar a tal distancia o más lejos si se estornuda. Hay aerosoles con el virus que pueden permanecer más de 20 minutos en el aire.
4. Lávese las manos con frecuencia. Porte un líquido desinfectante.
5. Evite tocar muchas superficies. Aunque el virus no sobrevive mucho en la mayoría, no se sabe si apenas acaba de aterrizar en una. Si las toca, lávese pronto y no se toque el rostro por lo menos hasta que se haya limpiado las manos.
6. La inmensa mayoría de transmisión del virus se da por el aire. No vive mucho en materiales como ropa u otros. No se vuelva obsesivo con eso, pero cada quién mirará si se siente mejor cambiándose de ropa continuamente o bañándose cada que llega a la casa. Y no se ha comprobado que llegue por los paquetes que ingresan a la vivienda ni en los empaques de alimentos o en estos, mas cada quien evaluará su situación personal.
7. Recuerde que los guantes no son de gran ayuda. Pueden brindarle una sensación falsa de seguridad. Además andar con ellos toda una jornada tocando de todo no parece buena idea. Si los va a usar, con moderación. Mejor llevar el antigérmenes con usted.
8. Mantenga siempre una distancia con los demás de al menos 2 metros, así esté en la oficina. Es difícil en medios como el transporte público, pero intente lo que más pueda. En algunas partes hablan de un metro, pero no es lo ideal. Y si va a restaurantes, fíjese bien en la distancia, igual en otros lugares.
9. Use mascarilla si hace ejercicio en la calle, en especial si hay mucha más gente en actividad. Como se reanuda actividad en gimnasios al aire libre, cuide bien de no tocarse la cara con las manos. Si es capaz de aguantarse, le podrían ser útiles unos guantes desechables mientras hace ejercicio allí. Si no, desinféctese con frecuencia.
Tenga en cuenta que el virus va a estar por mucho tiempo rondando entre nosotros, es difícil para la mayoría quedarse aislados en casa. Es un factor de peso que se tiene que evaluar en algún momento, por cansancio físico o mental o por necesidad.
Como dice la misma Rosenthal, "aceptar el riesgo no significa dejar la cautela a un lado. Significa tomar todas las precauciones y decidir que puedes vivir con los riesgos reducidos que quedan".
Con aportes tomados de: Live Science, MIT, Nature, The New York Times, The Scientist,