viernes, 2 de septiembre de 2022

Endulzantes artificiales sí hacen daño, concluye investigación

Algunos endulzantes pueden contribuir a la diabetes. En la foto, examen para medir niveles de glucosa. Foto PxHere


Al fin se llenó el vacío. Cuando científicos encabezados por Jotham Suez publicaron un estudio que concluyó que los endulzantes artificiales eran nocivos para el organismo, la industria de alimentos respondió que se había hecho con modelo animal (ratones) y no era válido en humanos.

Pues bien, el mismo Suez, trabajando ahora en el Laboratorio del inmunólogo Eran Elinav en el Weizmann Institute of Science en Israel, estudió los efectos de esos endulzantes en humanos, junto a sus colegas.

Analizaron los endulzantes sucralosa, aspartame y estevia. La investigación concluyó que tal como se había visto en ratones, esos productos alteran el mcirobioma intestinal. Esto, dijeron, impacta negativamente la tolerancia a la glucosa, una medida de cómo el cuerpo moviliza el azúcar de la sangre a los músculos y la grasa, conduciendo posiblemente a la ganancia de peso y a la diabetes.

"En las últimas décadas ha habido un masivo incremento en la prevalencia de esas condiciones metabólicas" que surgen de la alteración en la tolerancia a la glucosa, dijo Suez, citado por The Scientist. "Esta estrategia (el uso de endulzantes no calóricos) se ha usado por un tiempo como alternativa a los endulzantes calóricos, pero nuestros hallazgos responden a la pregunta de si están produciendo beneficios o no".

Ekl estudio se hizo con voluntarios que no consumían o que sí consumían endulzantes. Cuatro grupos consumieron seis marcas comerciales de aspartame, sacarina, sucralosa o estevia por 14 días. Todos contenían glucosa (cinco gramos) como agente constituyente, un quinto grupo recibió el equivalente de glucosa (cinco gramos) y el sexto no recibió nada.

Al analizar luego la microbioma oral y de intestinos encontraron diferencias significativas en las poblaciones de bacterias antes y después de la ingestión regular de los endulzantes artificiales, particularmente en los participantes que ingirieron sucralosa y sacarina. Los grupos de control con glucosa o sin consumir nada, no experimentaron cambios.

Quienes tomaron sucralosa y sacarina también tenían picos más elevados de glucosa en la sangre, sugiriendo que esos endulzantes pueden conducir al cuerpo a la intolerancia a la glucosa. No se observaron diferencias en las respuestas glicémicas para quienes solo consumieron aspartame o estevia.

Para ajustar, tomaron microbios de las heces de los participantes con elevados niveles de azúcar en la sangre y las insertaron en ratones libres de bacterias, y qué sorpresa: encontraron que la capacidad de los animales para regularlos niveles de glucosa en la sangre se inhibían

El estudio fue publicado en Cell.


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