miércoles, 17 de enero de 2024

Descubren tiranosaurio con su comida en la barriga

Gorgosaurus alimentándose. Imagen Tyrrel Royal Musem


De tanto en tanto se encuentran dinosaurios como el tiranosaurio y a veces los paleontólogos se llevan sorpresas, como una nueva especie. Esta vez fue distinto.

En un artículo en Science Advances científicos presentaron el hallazgo de un tiranosaurio bien particular. No es un T. rex sino un Gorgosaurus libratus, un miembro de la familia de aquel. Fue encontrado en el Dinosaur Provincial Park en Alberta Canadá, reportaron Darren Tanke, preparador de fósiles en el Royal Tyrrell Museum of Paleontology y FrancoisTherrien, curador de paleocología de dinosaurios en ese museo.

En el espécimen encontraron petrificados restos de dos pequeños oviraptosaurios -dinosaurios con plumas con un pico sin dientes. Estaba en la cavidad abdominal.

Es tal vez la primera vez que se tiene evidencia directa de la dieta de los tiranosaurios y de su lugar en el ecosistema, situaciones que solo se deducían hasta ahora según los investigadores. Esas deducciones se basaban en aspectos indirectos como el cráneo del dinosaurio y la estructura de sus dientes, marcas de dientes en megaherbívoros o en heces fosilizadas.

En este caso se tuvo suerte, porque no es común que el contenido de alimentos en el estómago se preserve. Se requiere para ello que el animal muera antes de completar la digestión y quede sepultado pronto por lodo u otro medio.

El gorgosaurus vivió en el Cretáceo tardío, hace unos 80 a 66 millones de años. De adulto era un gran depredador, de casi el doble de altura que una jirafa y con un peso como el de un elefante. En su infancia no tenía los dientes tan bien formados, hecho que sugiere cambios importantes en su dieta durante el transcurso de la vida. Por eso de joven debía alimentarse de pequeñas presas, luego de adulto atacaba animales gigantes.

Los científicos establecieron que este individuo tenía entre 5 y 7 años de dad y sus presas tenían menos de un año. El ácido estomacal sugiere que los animales fueron consumidos en fechas diferentes.

Las patas de los oviraptosaurios permitieron identificar que los infortunados eran unos Citipes elegans, especímenes muy raros en una condición tan prístina.

Esqueleto del gorgosaurus con las dos pequeñas presas en su interior. Foto Royal Tyrrell Museum




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