Se conocía que los humanos y sus parientes, los grades simios, tenían comunicación gestual. Para sorpresa, un hallazgo de investigadores en Japón sugiere que no esa capacidad no es exclusiva de esas especies. Es que la identificaron, quién creyera, en un pequeño animal: un pájaro.
Sí, en el Parus minor, conocido como carbonero chino y el cuento bien interesante es el siguiente:
Cuando una pareja de pajaritos llega al nido con comida espera afuera en las ramas de los árboles. Luego uno de ellos bate sus alas, indicándole que entre primero.
Un informe de prensa de la University of Tokyo recuerda por ejemplo que levantar el pulgar, o mover las manos en señal de despedida o saludo o señalando algo en un sitio son gestos con los cuales los humanos nos comunicamos. Y no hace mucho se detectó que chimpancés y bonobos mueven sus cuerpos para comunicarse de manera no verbal. Más reciente se ha señalado que unos cuervos y peces también podrían tener gestos simples, como señalar algo.
Pero los gestos simbólicos como mostrar una mano abierta para señalar que 'después de usted 'requiere capacidades cognitivas complejas y no hay evidencias de que eso se dé en otros animales diferentes a los humanos.
De ahí la sorpresa de los investigadores japoneses cuando observaron esos gestos en aquellas pequeñas aves. Los científicos observaron el comportamiento de 16 pares de pájaros (8 parejas) con nidos en unas casitas de madera. Cuando alimentan sus crías, entran de a uno. Analizaron 320 visitas y vieron que uno aletea, diciéndole a su compañero que ingrese primero y quien bate el ala entra de segundo.
"Nos sorprendimos de que los resultados fueran mucho más claros de lo que esperábamos. Observamos los carboneros batir sus alas solo en presencia de su pareja y tras observar eso esta entraba primero", explicó Toshitaka Suzuki, profesor en aquella universidad, uno de los investigadores, quien durante 17 años ha estudiado estos pájaros, que tienen vocalizaciones distintas con diferentes significados y combinan varias en frases usando reglas de sintaxis.
El hallazgo fue publicado en Current Biology.