Las aguas del mar están subiendo en todo el planeta, amenazando ciudades, tierras e infraestructura costeras. Pero hay algo que está sucediendo con mayor rapidez en los litorales: el hundimiento de ciudades, grandes urbes que se han hundido uno, dos o más metros en las últimas décadas.
Hubo partes de Tokio que se hundieron 4 metros el siglo pasado, mientras otras como Shanghai se han hundido 2 metros.
¿Qué sucede? Es un proceso conocido como subsidencia. Hay una lenta que ocurre en los deltas, puntos donde se recicla la corteza terrestre y se puede acelerar por la extracción de petróleo y gas bajo el piso marino, hecho que lleva a que el suelo trate de consolidarse de nuevo y la superficie pierda elevación.
La subsidencia puede llevar a un aumento del nivel del mar (aumento del nivel del mar más hundimiento). Vuelve saladas las tierras agrícolas, daña edificaciones y genera extensas inundaciones.
Mientras en promedio el nivel del mar viene subiendo 3 o un poco más de milímetros al año, el promedio que sienten millones de residentes costeros es de 10 milímetros porque viven en deltas que se están hundiendo.
En las grandes ciudades que se están hundiendo viven más de 150 millones de personas, un 20 % de la gente que vive cerca al mar en todo el mundo.
Tres de las ciudades grandes que se hunden, son:
Yakarta: hogar de unos 10 millones de personas en Indonesia se hundió más de tres metros de 1947 a 2010 por la extracción de material del piso marino. Para protegerse han construido muros pero la extracción de materiales prosigue. Una lucha que se pierde y que ha llevado al gobierno a proponer el cambio de capital a otro punto, en la isla de Borneo.
Shanghai: Casa de 26 millones de personas en China, se hunde 2,5 centímetros al año, por los niveles más bajos del piso marino por el drenaje para construir rascacielos, líneas del metro y calles. La línea 1 del metro en los 1990 generó una rápida subsidencia.
Nueva Orleans: siglos de terraplenes y canales han llevado a que la mitad de esta ciudad Estados Unidos esté hoy bajo el nivel del mar. Por eso estuvo más expuesta a la furia del devastador huracán Katrina en 2005. De no haberse hundido el daño habría sido menor.
¿Cómo evitarlo? No es sencillo. Lo primero son muros o diques, una solución inmediata que no es duradera: los muros también se van hundiendo.
Tokio impuso severas regulaciones para evitar el bombeo de agua, pero ya hay parte bajo el agua. Y en Indonesia el remedio sugerido es trasladar la capital.
Se debe considerar que el aumento de la urbanización en las zonas del delta aumenta el peso y por lo tanto la subsidencia. Y si se suma el aumento del nivel del mar que se ha acelerado por el calentamiento global, significa que millones de persona estarán en gran riesgo dentro de unas décadas.
Nota: con información de The Consversation