miércoles, 10 de marzo de 2021

Las escalofriantes cifras del tráfico ilegal de animales

Una funcionaria muestra pieles del tráfico ilegal de animales en Estados Unidos. Foto US Fish and Wildlife Service



No están seguros en ninguna parte, tampoco en las áreas protegidas. Es que un estudio sobre el tráfico y muerte de animales silvestres arrojó cifras escalofriantes. Un comercio que mueve entre US$5000 y US$20 000 millones cada año.

Una actividad que está reduciendo poblaciones enteras de animales. "Este estudio se suma al creciente cuerpo de evidencias de que el comercio ilegal de vida silvestre es una amenaza significativa", expresó Scott Roberton, conservacionista a cargo de programas contra el tráfico animal en Wildlife Conservation Society.

Esta actividad incluye capturar o matar decenas de millones de individuos de miles de especies. Unas 150 millones de familias en el mundo dependen de comer animales silvestres o venderlos para poder vivir. Y aunque mucha de esta actividad es legal, mucha es ilegal también.

David Edwards, de University of Sheffield y su estudiante Oscar Morton junto a varios colegas, examinaron 31 artículos científicos que estudiaban poblaciones silvestres en áreas donde la caza y la captura de animales se daba y otras en donde no.

Los artículos hablaban de la suerte de individuos de 133 especies: 452 mamíferos de 99 especies, 36 aves de 24 especies y 18 reptiles de 10 especies.

Analizaron varios factores para determinar el efecto sobre las poblaciones, factores como si eran para consumo, medicina u otro fin, y cuán lejos vivían esos animales de asentamientos humanos, así como si vivían en áreas protegidas o no.

Lo que encontraron, presentado en Nature Ecology & Evolution, es sobrecogedor:

En general en áreas no protegidas el declive por caza y captura era del 65 % de las poblaciones; donde eran traficados para alimento, la reducción era del 60 %. Y en áreas donde los animales, como pájaros, eran capturados para venderlos como mascotas, el declive de las poblaciones es del 73 %.

Además, a mayor cercanía a asentamientos humanos, mayor declive. En 83 de 506 ejemplos estudiados, las especies cazadas habían desaparecido por completo del lugar.

Incluso en zonas protegidas, la reducción es dramática: 39 %.

La magnitud de la problemática y el daño a la vida es mucho mayor si se considera que no se incluyeron en el análisis los invertebrados, anfibios ni plantas como las orquídeas y los cactus, que son traficados por millones.

Una situación nada conveniente para ninguna especie, incluida la humana.

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