Si creía haberlo visto todo, espere un momento. Sí, no es cuento nuevo que algunos animales se desprenden de un apéndice (autotomía) en determinadas circunstancias (como cuando quedan atrapados), y luego lo regeneran,un tema que tiene hace décadas a muchos científicos investigando cómo lo hacen porque su esperanza es hallar una manera de que funcione en humanos.
Pero científicos describieron en Current Buiology un pequeño animal que se cortala cabeza y... esta, para sorpresa, comienza a formar un nuevo cuerpo.
Se trata de una babosa de mar (Elysia cf. marginata). De la cabeza va formándose el cuerpo, con corazón y los otros órganos. Para los investigadores es posible que la babosa emplee una capacidad fotosintética de cloroplastos que incorporan de algas en su dieta para sobrevivir lo suficiente en ese proceso de regeneración.
"Nos sorprendimos viendo esa cabeza moverse luego de la autotomía", explicó Sayaka Mitoh, de Nara Women's University en Japón. "Pensamos que moriría pronto sin corazón ni otros órganos importantes, pero nos volvimos a sorprender al hallar que se regeneraba en un cuerpo completo".
El hallazgo fue casualidad. Mitoh es candidata a PHD en el laboratorio de Yoichi Yusa, donde se cultivan babosas a partir de huevos para estudiar sus rasgos. Un día Mitoh vio algo sorprendente: un individuo moviéndose a lo largo sin su cuerpo. Incluso vieron un individuo que hizo eso dos veces.
La cabeza, separada del cuerpo, se movía por cuenta propia inmediatamente tras la separación. En días, la herida atrás de la cabeza había sellado. Las cabezas de babosas jóvenes comenzaron a alimentarse con algas y comenzaron la regeneración del corazón a la semana y en tres semanas la regeneracio´n estaba terminada.
Las cabezas de individuos adultos no se alimentaron y murieron en 10 días. En ningún caso los cuerpos regeneraron nueva cabeza, durante días e incluso meses se movían y reaccionaban al ser tocados.
No se sabe con seguridad cómo es todo este extraño proceso. Tal vez puede ser que tengan células madre en el corte del cuello capaces de regenerar el cuerpo, pero no se sabe por qué lo hacen. Quizás se trate de remover parásitos internos que afectan su reproducción. Además se desconoce qué señal hace que se desprendan del cuerpo.
Estas babosas tienen una característica única, al incorporar a su cuerpo los cloroplastos de las algas que consumen, un hábito conocido como cleptoplastia, que da a los animales la capacidad de activarse mediante fotosíntesis. Tal vez esta capacidad se la que les ayude a sobrevivir lo suficiente tras la autotomía para regenerar el cuerpo.
Un caso asombroso.
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