Los humanos, claro. Otros mamíferos, también. Y las aves y algunos reptiles. Estudios han demostrado o sugerido que también sueñan. Tienen dos patrones del sueño vinculados en esa actividad, tal como sucede en nosotros.
Ahora un animal extraordinario se suma a la lista. Un estudio en iScience sugiere que los pulpos también sueñan. Sueñan y cambian de color mientras tanto.
La investigación fue liderada por Sidarta Ribeiro, de la Universidad Federal de Río Grande do Norte en Natal, Brsil. Ella y sus colegas encontraron que estos animales marinos pasan por distintas etapas del sueño: activo y pasivo. Y para conocerlo grabaron en laboratorio cuatro pulpos comunes Optopus vulgaris durante varios periodos de día y de noche, reuniendo más de 180 horas de registros.
En el día, duermen más de la mitad del tiempo. "En periodo de quietud permanecen en la misma posición por largos periodos, muy quietos, pálidos con pupilas cerradas y respiran de manera regular y calmada", dijo Ribeiro.
El sueño pasivo fue alterado cada 30 a 40 minutos por una fase activa que dura de 1 a 2 minutos. En esta fase presentan cambios corporales en el color y la textura, incluyendo la formación de protuberancias en su piel, las conocidas papilas. Los ojos y brazos también se movían y contraían sus ventosas. Un estado claramente activo.
Para saber que estaban en verdad dormidos, los estimulaban con estímulos visuales y vibratorios y no respondían, a diferencia de cuando estaban despiertos.
Esta fase se asimila a la REM en los mamíferos, que es cuando sueñan.
Parece que en los pulpos son sueños breves, no una narrativa extensa según Ribeiro.
Estos moluscos cealópodos tienen un sistema nervioso complejo y una gran vista. Son uno de los invertebrados más inteligentes. Y ahora se conoce otra cualidad de vida.
Silencio... pulpo soñando.
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