martes, 3 de diciembre de 2019

Le quitaron la sangre para operarlo y le pusieron solución salina


Con la supensión animada los médicos ganan tiempo para operar. Foto Pixabay


No se había hecho antes: científicos usaron animación terapéutica suspendida para inducir hipotermia en un paciente y hacer lento el funcionamiento de sus órganos, una medida para personas con lesiones traumáticas como heridas a bala o cuchillo. Se llama preservación de emergencia y resucitación (EPR, sigla en inglés), el que prolonga el tiempo que requieren los médicos para operar al paciente ganando una ventana de dos horas, según un informe en New Scientist.
En un caso de esos, los médicos tienen poco tiempo para intervenir pues el paciente puede desangrarse y perder oxígeno. Los que pierden más de la mitad de la sangre experimentan paro cardiaco y se reduce a 5 % las chances de sobrevivir.
En este procedimiento, los cirujanos bombearon una solución salina helada a la aorta (la arteria principal que sale del corazón) a un ritmo de un galón por minuto. Una vez la temperatura del cuerpo ha bajado a entre 10 y 15° C, la circulación de la sangre y la actividad cerebral se reduce dramáticamente, concediendo a los médicos tiempo para operar.
Luego de que las heridas son cerradas, los cirujanos bombean de nuevo la sangre al paciente mediante un equipo de bypass pulmón-corazón, aumentando la temperatura hasta que el cuerpo esté lo suficientemente caliente para que la sangre circule de nuevo.
En el procedimiento se detiene el funcionamiento del corazón.
El informe dice que la suspensión animada se practicó en un paciente, pero no se informó si sobrevivió a las heridas. La intención es continuar con la práctica en esos casos de suma gravedad.
Esta primera experiencia fue expuesta por Samuel Tisherman, profesor de cirugía en la Escuela de Medicina de la University of Maryland, en el simposio de la Academia de Ciencias de New York .
Tisherman lidera un ensayo en esa técnica en el Shock Trauma Center en Baltimore, de esa Universidad.
Él y su equipo habían reportado en 2017 en un artículo en el Journal of Trauma and Acute Care Surgery que EPR era efectiva en animales grandes. Así operaron varios cerdos con éxito.
La intención que tienen es practicarla en 10 pacientes, mientras que otros 10 recibirán atención estándar.
El problema es hallarlos y con el tipo de lesiones, porque no pueden tener signos de daño cerebral ni de la columna.

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