viernes, 6 de diciembre de 2019

Así le tomaron el pulso al animal más grande de la Tierra


Una enorme ballena azul en la superficie. Foto NOAA

Sorpresas te la vida, sorpresas te da el corazón… de una ballena azul.
Científicos estadounidenses midieron por primera vez la frecuencia cardiaca de uno de estos enormes cetáceos y lo que encontraron fue una gran sorpresa.
¿Por qué? David Cade y su grupo encontraron que el pulso de la ballena bajaba hasta los dos latidos por minuto cuando estaba sumergida o buscando comida. Pero cuando subía a la superficie para respirar aumentaba a 37 latidos por minuto al reoxigenar su sangre.
¿Poco o mucho? Para ponerlo en términos humanos: equivale a 20 latidos por minuto y luego aumentar a 400. En ambos casos, fatal para una persona.
¿A qué se debe esa variación? Los dos latidos por minuto cuando se sumerge es una adaptación para conservar el oxígeno durante los 12 a 16 minutos que pasa debajo del agua  en una zambullida para alimentarse, explicó Cade.
Para el estudio, el grupo diseñó un monitor especial del ritmo cardiaco, que incluía un electrocardiograma en un empaquetamiento estándar de sensores que se adhiere a la ballena con unas copas de succión.
No es una maniobra sencilla. Tuvieron que salir al área de la bahía de Monterrey, California, encontrar una ballena que se comportara tranquila y anduviera lenta cercana a la superficie para poder adherir el dispositivo.
Fue una maniobra complicada y con alto nivel de coordinación. Solo se disponía de unos segundos para adherir el sensor.
Por fortuna, al primer intento lo lograron y así recibieron información durante dos días cuando lo zafaron de la ballena y lo recuperaron.
El investigador explicó que la tasa de 37 latidos por minuto es la más alta que  el animal puede manejar, dado que le toma casi dos segundos bombear 220 litros de sangre que circula con cada latido.
Esta sería además la razón por la cual no existe un cetáceo más grande que la ballena azul. El corazón de una criatura más grande posiblemente no podría latir tan rápido en la superficie para recobrar el oxígeno perdido al nadar en la profundidad.
La ballena azul o rorcual azul, Balaenoptera musculus, puede pesar hasta 170 000 kilos y medir 30 metros, el animal más grande de la Tierra.
El estudio fue publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

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