Piezas de cerámica con el nombre del enemigo y asearse la zona anal. Foto Wikipedia Commons
Es imprescindible hoy. Tanto que al comienzo de la pandemia por el coronavirus SARS-CoV-2 temiendo lo peor las personas comenzaron a acumular grandes cantidades. Sí, es el papel higiénico.
Pero no ha existido siempre. ¿Cómo hacían en otros tiempos para asearse el área anal tras evacuar? Aunque es difícil hallar vestigios arqueológicos por lo efímero de los desechos, sí hay algunas pistas, como las que recogiera hace años la profesora de literatura Sudan Morrison en su libro "Excrement in ghe Middle Ages; Sacred Filth and Chaucer´s Feocopoetics".
En un artículo en Live Science se describen algunas de las formas de aseo que se usaron en tiempos antiguos, desde las propias manos hasta las tusas del maíz y nieve. Sí, aunque no se crea en una época se recurría a las manos.
En el período greco-romano (año 332 antes de nuestra era al 642 era actual), se usaba el tersorio, un palo con una esponja que se dejaba en los sanitarios públicos para uso comunitario, aunque algunos investigadores sugieren que servía era para limpiar los sitios donde defecaban.
Se limpiaba el tersorio en un balde con agua salada y vinagre, o en el agua que corría debajo de los asientos sanitarios.
También usaban piezas de cerámica redondas, pessoi Y para que no quedara duda de su odio, los griegos también usaban otra cerámica en la que escribían el nombre de sus enemigos, según un artículo en el BMJ.
Eran medios, de todas maneras, un poco bruscos para limpiarse.
En Japón en el siglo ocho antes de nuestra era usaban un palo para limpiar el ano por fuera y por dentro.
En otros momentos antiguos se usaron hojas, hierbas, piedras, pieles de animales, conchas marinas, musgo, heno, y piezas de tapicería.
El novelista francés Francois Rabelais escribió un poema satírico en el siglo 16, con la primera mención al papel higiénico en el mundo occidental.
Y pese a la creencia, no es de uso universal. Todavía quedan pueblos que usan solo un buen chorro de agua.