Científicos recuperaron y reanimaron un nemátodo del permafrost de Siberia, que estuvo en estado latente durante 46 000 años y publicaron su estudio en Plos Genetics, pues también lo compararon con los gusanos C. elegans actuales.
El logro fue liderado por Anastasia Shatilovich, del Institute of Physiochemical and Biological Problems in Soil Science RAS en Rusia, Vamshidhar Gade y Max Planck Institutefor MolecularCell Biology and Genetics en Alemania, y colegas.
Algunos animales, como los rotíferos, los tartígrados y los nemátodos pueden sobrevivir en condiciones extremas al entrar en un estado latente conocido como criptobiosis.
Los individuos fueron reanimados de unas muestras recogidas de un agujero fosilizado en depósitos en el Ártico nororiental. Los análisis de radiocarbono del hueco revelaron que esos depósitos congelados, a 40 metros bajo la superficie, no se habían derretido desde el Pleistoceno tardío, entre hace45 839 y 47 769 años.
Mediante secuenciación genómica y análisis filogenético de la relación con las especies modernas determinaron que pertenece a una especie no descrita antes, Panagrolaimus kolymaensis. Compararonel genoma con el del C. elegans e identificaron genes en común involucrados en la criptobiosis. Medio disecados en laboratorio aumentaron la producción de un tipo de azúcar, trehalosa, que les puede ayudar a sobrevivir en condiciones extremas de disecación y congelamiento.
Al probar su capacidad para resistir esos ambientes encontraron, con una disecación leve, que podía sobrevivir a -80° Celsius.
Para los autores, las fluctuaciones en el ambiente determinan el tiempo que un organismo puede permanecer en un estado de criptobiosis.
El estudio genera inquietudes sobre la cantidad de animales de distintas especies que se encuentran en estado latente en el permafrost siberiano, así como bacterias (se han extraído varias de allí) y si con el calentamiento global y el derretimiento del permafrost podrían generar alguna inquietud para la salud humana.