sábado, 17 de mayo de 2025

¿Cómo les metieron el color a los gatos anaranjados?

 

Gata naranja en la que se aprecia con claridad que no tiene un color naranja continuo, a diferencia de los machos con color naranja ligado al sexo. Foto RVG


Solo ocurre en los gatos comunes. Ahora científicos saben la respuesta. Sí, hay otros animales no humanos con distintos tonos de color naranja como los tigres, los golden retriever, orangutanes y hasta los humanos pelinaranja, pero solo en los gatos el color está relacionado con el sexo porque es mucho más común en los machos..

En Current Biology los investigadores describieron el hallazgo: la mutación que da el color naranja a los pequeños felinos. Christopher Kaelin, científico senior en genética y cabeza del estudio, explicó que "En un número de especies que tienen pigmento amarillo o naranja, esas mutaciones casi exclusivamente se presentan en uno de dos genes, y ninguno de esos genes está vinculado con el sexo".

El caso es bien interesante:

Los científicos sabían, por la preponderancia de los gatos machos de color naranja, que la mutación -denominada naranja ligado al sexo- se encontraba en algún lugar del cromosoma X. (Como en la mayoría de los mamíferos, las hembras tienen cromosomas sexuales XX, mientras que los machos tienen cromosomas sexuales XY). Cualquier gato macho con naranja ligado al sexo será completamente naranja, pero una gata necesita heredar naranja ligado al sexo en ambos cromosomas X para ser completamente naranja, situación menos probable.

Las gatas con una copia de naranja ligado al sexo parecen parcialmente naranjas, con un patrón moteado conocido como carey, o con manchas de naranja, negro y blanco conocidas como calicó. Esto se debe a un fenómeno genético en las hembras, llamado inactivación aleatoria de cromosoma , en el que un cromosoma X se inactiva en cada célula. El resultado es un mosaico de células pigmentarias, algunas que expresan naranja ligado al sexo y otras que no.

Dentro del estudio, analizaron variantes del cromosoma X compartidas por gatos machos naranja y encontraron 51 candidatos. De esos eliminaron 48, porque también se hallaban en gatos de otros colores. De las tres variantes que quedaron, una tenía un rol en la regulación del gen una pequeña deleción (mutación que implica la pérdida de un segmento de ADN) que aumentaba la actividad de un gen vecino conocido como Arhgap36.

Ese gen, cuando está sobre expresado, está relacionado con tumores en otros animales, pero en los gatos extrañamente tiene que ver con las células del pigmento mediante un mecanismo inusual.

Esa mutación debe ser vieja. Se conocen dibujos del siglo 12 que presentan gatos calicós. 

Pero hay más: los gatos naranja machos se consideran, dentro del mundo de estos pequeños felinos, los amigos del caos: son muy activos. Los científicos analizaron aquel gen en otros órganos, fuera de la piel, y no hallaron diferencias entre gatos naranjas y no naranjas. Sugieren que esa 'locura' que manifiestan puede deberse a ser machos, aunque habrá que buscar más si existe una relación con el gen en algún otro tejido.

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