Era una mujer joven y enfermiza, pero en la villa la consideraban un vampiro. Y como tal, práctica del siglo 17, fue muerta y enterrada de modo que no volviera a salir nunca más de su tumba.
La mujer, es muy posible, pertenecía a una familia adinerada. Fue enterrada en Polonia, pero creció en Escandinavia según el análisis de sus restos. El examen del esqueleto reveló que tenía condiciones que debilitaban su salud, como un cáncer en el esternón.
Ahora científicos revelaron sus hallazgos y también la reconstrucción del rostro que mostró cómo debió ser esta desafortunada mujer.
Oscar Nilsson, un artista forense en Suecia, quien esculpió el rostro de ella, dijo que "Fue encontrada con una hoja afilada de hoz colocada sobre su cuello y un candado alrededor del dedo gordo del pie izquierdo", según comentó al sitio Live Science.
Este inusual entierro tenía la intención de "Prevenir que ella regresara de la muerte y espantara a los vivos", agregó. De acuerdo con el folclor polaco, las personas peligrosas poseen un alma buena y mala. Si el alma buena sale, la mala puede apoderarse del cuerpo "y surgir un demonio, como un vampiro", explicó Nilsson.
Los habitantes de la villa esperaban que el candado en el dedo gordo del pie mantendría el alma buena de la mujer en su cuerpo. Los arqueólogos, cuando descubrieron la tumba en 2022, vieron el candado abierto. Fue hallada en Pien.
Cerca de un tercio de los 100 entierros en ese cementerio eran de personas 'desviadas', individuos que recibían un entierro diferente y a menudo despectivo.
A pesar del entierro maligno, parece que la mujer provenía de una familia rica. Los arqueólogos hallaron fragmentos de un gorro de seda y "restos de una cinta de brocado de oro", dijo Nilsson, quien explicó que "Este tejido brillante era un artículo muy exclusivo que solo podía haber pertenecido a un individuo de una familia adinerada, tal vez una familia de la nobleza".
La mujer era muy joven, de 18 a 20 años y medía 162 centímetros, pero el análisis no pudo determinar el color de piel ni de ojos, pero halló su origen en el sur de Escandinavia, posiblemente Suecia, por isótopos encontrados en los restos.
Además tenía un cáncer en el esternón, doloroso pero no letal y una anomalía de Kimmerle en las vértebras del cuello -una condición que genera fortísimos dolores de cabeza, súbitos desmayos e incluso derrame. Se ve además que sufrió de desnutrición y traumas en su infancia.
¿Entonces? Pues "Todo esto junto la hacía extraña en su comunidad. Esto pudo haber provocado su los habitantes le temieran o la culparan por ser así. Y luego de su muerte ellos claramente estaban aterrorizados de la posibilidad de que pudiera resurgir como un vampiro".
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