Es el sueño de los humanos: regenerarse para vivir más o no tener fin. Ahora científicos, por casualidad, encontraron otro animal que puede regresar su desarrollo, una plasticidad que le permite volver a se runa larva. Se trata de un ctenóforo, Mnemiopsis leidyi.
No es el primero. Hay más, como el Turritopsis dohrnii, otro ctenóforo, que puede regresar de ser adulto para convertirse en un pólipo, un jellyfish inmortal.
En el nuevo caso, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences PNAS, los investigadores reportaron que se encontró por casualidad. Juan J. Soto Ángel, de la University of Bergen en Noruega, detectó que un ctenóforo se había evaporado del tanque y al parecer había sido remplazado por una larva.
Junto a Pawel Burkhardt diseñaron experimentos para tratar de reproducir esa potencial reversión mediante condiciones controladas. Cuando fue expuesto a condiciones de estrés por hambre y lesiones físicas, M. leidyi regresó a su etapa larval.
Y al respecto Soto Ángel precisó que "Ver cómo se transformaban lentamente hacia una larva típica, como si estuviera regresando en el tiempo, fue fascinante".
El hallazgo amplía el conocimiento sobre la flexibilidad en el desarrollo de los ctenóforos, para aplicar en el campo del envejecimiento y la biología del desarrollo.
Los ctenóforos son un filo de animales caracterizados por unas células especializadas, coloblastos, que producen una sustancia pegajosa para la captura de presas. Son marinos y se conocen 166 especies según la enciclopedia Wikipedia.
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