¿Podrá alguna ciudad ser inhabitable debido al calentamiento global? Sí. Y hay una que algún día podrá serlo. Es Jacobabad en Pakistán, para muchos la más caliente del mundo. En junio llegó a los 51° C y un informe en The Telegraph reveló que es una de las dos ciudades que ha pasado el límite de lo que puede tolerar el cuerpo humano; la otra es Ras al Khaimah en Emiratos Árabes Unidos.
En mayo de 2020 estuvo en 50 ° C, en 2019 fueron 51 °. El verano allí no es un chiste, dijo la revista Time. La gente muere. Y es verdad. Petro a pesar de la gravedad, el tema solo genera interés en ese país durante los veranos, mas poco se ha hecho para enfrentar la emergencia.
Las olas de calor comienzan en marzo y van hasta septiembre, de acuerdo con el Departamento de Meteorología de Pakistán. Cuando el verano termina, se siente un alivio, dice un informe del medio digital Dawn.
Cuando la temperatura llegó a 51 ° Celsius, la gente debió seguir trabajando. La mayor vulnerabilidad es para las mujeres. La agencia Reuters relató cómo Waderi, joven de 17 años que dio a luz hace poco, tuvo que ir al trabajo con su bebé. Lo puso sobre una sábana bajo una sombre, para poder verlo.
Diversos estudios han mostrado que mujeres en embarazo expuestas periodos prolongados de calor sufren complicaciones. Por cada 1 ° C de aumento de la temperatura el número de niños que nacen muertos y los prematuros aumenta 5 %, según un metaanálisis en el British Medical Journal en septiembre de 2020.
Es un tema poco documentado: el impacto del calentamiento global y el cambio climático en las mujeres, como expresó a esa agencia Cecilia Sorensen, del Global Consortium on Climate and Healh Education en Colombia University.
Durante el pico de los veranos, la gente en Jacobabad prosigue su vida normal. Soportan el intenso calor bebiendo las bebidas tradicionales, como limonada y jugo de la caña de azúcar, además de las locales thaadal y lassi. Muchos de quienes tienen familiares en otras partes del país, se van para donde ellos. Van a Karachi, Quetta y Jamshoro. Los que pueden evitan salir en el día.
Esta opción no es fácil para un buen número. La región cultiva arroz en el pico del verano. Desde mayo comienza la siembra y el traslado de las plántulas se hace en junio y julio, manteniendo a los trabajadores activos en el tiempo más caliente del año.
La solución por la que apuestan es comenzar a trabajar temprano, parar hacia las 11 de la mañana, tomar almuerzo y descansar y retornar al campo entrada la tarde.
Un periodista citado por Dawn, Azhar Sarki, explica que "de julio en adelante, a medida que madura la cosecha de arroz, la atmósfera se torna tan caliente que sofoca y dificulta respirar". El intenso calor no viene acompañado de humedad como en otras regiones.
Pese a la difícil situación, no hay datos oficiales sobre muertos por las olas de calor. No se considera el tema en el sistema de salud, aunque los ha habido. Se clasifican bajo otras condiciones de muerte.
La ciudad, según datos de Wikipedia, tenía 197 000 habitantes en 2017 y su nombre deriva del brigadier inglés John Jacob, que gobernó la región hacia la década de 1850.
El futuro allí no está asegurado. Si la temperatura de la Tierra sigue en aumento y el cambio climático trae muchas más olas de calor, podría hacerse invivible el entorno. Es de todas maneras una voz de alerta sobre lo que puede suceder en otras ciudades del mundo y la necesidad de medidas de adaptación.
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