No se salva ni Colombia y varias de sus grandes ciudades. El calentamiento global más el efecto isla de calor que se experimenta en las urbes a medida que crecen y remplazan los espacios verdes por cemento y asfalto, ha hecho que 1700 millones de personas en todo el mundo sufran cada vez más de calores extremos de acuerdo con una investigación publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
Esa sumatoria amenaza cada año más personas en ciudades por todo el planeta, de acuerdo con la investigación, incluidas varias de Colombia (se aprecia en los mapas adjuntos).
El análisis cobijó 13 115 ciudades entre 1983 y 2016. Globalmente, la exposición urbana aumentó casi 200 %. El calentamiento urbano total elevó las tasas de exposición 52 % sobre el crecimiento poblacional solo. Los patrones de exposición espacialmente heterogéneos subrayan la urgente necesidad de adaptaciones locales y sistemas de alerta que reduzcan el daño por el calor urbano extremo.
Las trayectorias de exposición aumentaron 46 % para los asentamientos urbanos, que en 2016 comprendían el 23 % de la población de la Tierra.
Para ajustar, los investigadores encontraron que a pesar delos riesgos nocivos, en el plano global poco se comprende bien cuándo el crecimiento poblacional intersecta con los aumentos del calor extremo.
Reducir los impactos de la exposición de las poblaciones urbanas a ese calor extremo requiere globalmente medidas consistentes, precisas y de alta resolución tanto de las condiciones climáticas y demográficas que derivan en tal exposición.
Para algunos puede parecer un asunto extraño o lejano, más si se vive en sitios fríos, pero la gravedad es alta. Otro estudio, publicado en Lancet Planetary Health, que analizó 750 localidades de 43 países entre 2000 y 2019, encontró un aumento promedio diario de temperatura en esas poblaciones de 0,26° C por década.
Mas no es solo es esta una evidencia clara, encontraron otro dato preocupante: 9.4 % de las muertes anuales en el mundo se pueden atribuir a exposición al calor o al frío, equivalente a 74 muertes adicionales por cada 100 000 personas. Cinco millones mueren por esas causas. Y las muertes por calor extremo viene en aumento.
El estudio en PNAS recordó que la temperatura del cuerpo universalmente es de 37 °C y de la piel de 35 °C. La hipertermia, temperatura corporal elevada, se da cuando las temperaturas elevadas de la piel son sostenidas, pudiendo derivar en muerte cuando la corporal llega a 42-43 grados. Mientras la aclimatación puede reducir los efectos del calor, esta solamente mejora los mecanismos del sudor y los efectos refrescantes de personas aclimatadas tienen límites. A medida que la humedad relativa aumenta, los efectos evaporadores del refrescamiento por el sudor disminuyen y una vez esa humedad relativa alcanza 100 %, el sudor continúa pero el refrescamiento no. Incluso personas aclimatadas pueden morir con temperaturas prolongadas de a piel de 37 a 38 °C.
Temperaturas máximas en verano en Sudamérica. Imagen U. Columbia
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