martes, 22 de septiembre de 2020

Lo que se sabe hoy: así se transmite el coronavirus

Espacios cerrados como restaurantes y bares son de alto riesgo. Foto Wikipedia/Ted Eytan


Que guarde la distancia, que dos metros, ojo con espacios cerrados, que todos usen siempre mascarilla. ¿Qué ha aprendido la ciencia sobre la forma de transmisión del coronavirus SARS-CoV-2? En estos seis meses se ha recogido mucha información sobre los patrones y tendencias de los contagios.

Muge Sevik, especialista en virología y enfermedades infecciosas de University of St Andrews en Escocia, publicó un artículo que sirve de guía sobre el modo de dispersión del virus y los cuidados que deben tenerse, estudio del cual presentó un resumen en redes sociales. Un estudio junto a otras expertas: Julia Marcus, Caroline Buckee y Tara Smith de distintas universidades.

Para empezar, el riesgo de transmisión es complejo y multidimensional, dijeron, depende de varios factores: patrón de contacto (duración, proximidad, actividad), individuales, ambiente (interior o exterior) y socioeconómicos.

Se sabe que la mayoría de infecciones y focos infecciosos se deben a un contacto cercano y sostenido. Familia, amigos, reuniones tienen alto riesgo, mientras que ir al mercado o de compras y en breves encuentros comunitarios el riesgo es menor.

Hay mayor riesgo entre parejas y personas que vivan y duerman en el mismo cuarto, contacto diario frecuente con el portador y cenar muy juntos.

Fuera del hogar, comer con otras personas o en juegos de mesa con varias personas tiene riesgo alto. Un riesgo que aumenta por la frecuencia y duración de la exposición, la proximidad, el número de contactos y las actividades grupales (en especial cenar juntos).

Entre los factores individuales: muchas personas no infectan a nadie o solo a una persona y gran número de casos secundarios es causado por pocas personas infectadas. Hay variación en la capacidad de infección individual, un factor importante para tener en cuenta.

Se sabe que aquellos infectados son contagiosos en un breve periodo, 1 a 2 días antes de los síntomas y hasta 5 días después. No se conocen contagios luego de la primera semana. Por eso el aislamiento debe ser inmediato y estricto al menos en esa primera semana (de ahí que sea indispensable la ayuda socioeconómica para las personas que lo requieran).

Personas asintomáticas pueden transmitir el virus a pocas personas.

También inciden en la transmisión factores del hospedero, como los mecanismos de defensa y la edad. A una misma exposición,  la infección es mayor a más edad (más de 60 años).

Los estudios de rastreo de contactos indican que hay un riesgo 20 veces mayor de transmisión en ambientes cerrados que en externos.

Evite entonces espacios cerrados congestionados y mantenga la distancia física: al menos 2 metros, aunque si puede más, mucho mejor.

El contacto prolongado en espacios cerrados con mala ventilación aumenta el riesgo de transmisión, pero con menor ocupación y una buena ventilación se reduce el riesgo. Por eso no es de extrañar que en muchos países los grandes focos de contagio hayan sido casas de ancianos, prisiones, factorías con gran número de empleados.

Los estudios sugieren una gran inequidad en la modelación de la pandemia. Aquellos trabajadores con menor remuneración y clasificados como fundamentales, tienen mayor riesgo por el transporte, la mezcla social, las horas de trabajo y la inseguridad en el sitio.

En vecindarios con hacinamiento son mayores los focos de contagio. En ese sentido, la mortalidad en personas de menores ingresos es mucho mayor que entre los de los niveles más altos.


 


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