Pasan los años, los músculos se tornan flácidos. La edad tiene un costo, incluso en el plano celular. Y el daño queque se acumula en los músculos envejecidos es severo: se debilitan porque la mitocondria, esa fábrica celular de energía, se reduce en vigor y cantidad.
¿Cómo fortalecerlos entonces? Hay una manera particular, según un estudio publicado en Cell Metabolism. Aporta en un tema que poco se entiende, el impacto de la actividad física sobre las células y cómo puede variar con el ejercicio y la edad.
Así que científicos lo investigaron con 72 mujeres y hombres sedentarios, menores de 30 o mayores de4 64. Analizaron primero su estado físico, niveles de azúcar, la actividad de los genes y la salud de la mitocondria en las células de los músculos. Los voluntarios eran asignados al azar a uno de los regímenes de ejercicio definidos.
Entonces, algunos fueron asignados a un entrenamiento intenso de pesas varias veces a la semana; otros hicieron ejercicio por intervalos 3 veces a la semana en bicicletas estáticas, pedaleando duro por cuatro minutos, descansando tres y repitiendo la secuencia tres veces más; una parte hizo estática pedaleando suave 30 minutos pocas veces a la semana y alzando pesas algunas veces. Otros no hacían nada.
A las 12 semanas se les repitieron las pruebas. En general, todos tuvieron mejoría en capacidad física y en su capacidad de regulación del azúcar.
La ganancia en masa muscular y fuerza fue más alta en quienes solo hicieron pesas, mientras los de intervalo ganaron más en resistencia. Todo esto se esperaba.
Lo inesperado fueron los resultados en las biopsias celulares. Entre los más jóvenes que hicieron ejercicio a intervalos, los niveles de actividad cambiaron en 274 genes, 170en quienes más se ejercitaron y 74 en los que levantaron pesas. Entre los de más edad, 400 genes trabajaban diferente en los de intervalo, 33 en los de levantamiento y 19 en los que hicieron ejercicio moderado.
Muchos de los genes, en particular las células de los de intervalo, se cree que influencian la capacidad de las mitocondrias para producir energía en las células. Estos mostraron aumento en el número y salud de su mitocondria. Fue más sentido en los de más edad.
Parece que el ejercicio puede revertir en parte el declive celular asociado al envejecimiento.
Nota: con información de The New York Times
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