No solo fue un gran pintor y soñaba con máquinas voladoras. Leonardo da Vinci fue un genio. Ahora se conoció que un siglo antes que Galileo y dos antes que Isaac Newton desarrolló experimentos para desentrañar los misterios de la gravedad, la que exploró como una forma de aceleración.
Un estudio científico de su trabajo sobre la gravedad y sus experimentos, fue publicado en el journal Leonardo, hecho por investigadores de Caltech. Se demuestra que fue un adelantado para su época y a todo le trabajaba, pues se conocen sus desarrollos en geología, óptica, anatomía, ingeniería e hidrodinámica, dice una nota en The New York Times.
Leonardo prestó mucha atención al vuelo de los pájaros y cómo cambiaban su centro de gravedad cuando giraban y maniobraban en el viento. También entendió que la atracción gravitacional era la que mantenía a los mares en su lugar.
De los experimentos sobre la gravedad realizados por Da Vinci se supo al analizar el Código Arundel, denominado como Earl de Arundel, quien compró en el siglo 17 la colección enorme de artículos del pintor, elaborados entre 1478 y 1518. Una colección que reposa en el Museo Británico.
El estudio de Morteza Gharib partió de un hallazgo en la página 143 de esos escritos, donde está un misterioso triángulo, con una serie de círculos que componían la hipotenusa. Con un programa de computador esos dibujos cobraban vida y se pudo determinar que da Vinci maneja los conceptos de la gravedad, dividiéndolos en dos. El primero, el jalón hacia abajo y el segundo se daba cuando quien sostenía un jarrón del dibujo se movía a lo largo de un camino recto paralelo al piso, revolviendo arena o algo que estaba debajo.
El experimento del jarrón reveló, según Gharib, que la gravedad es una fuerza constante que resultaba en una aceleración fija. Leonardo ilustró con el contenido del jarrón cayendo más y más bajo.
Los análisis revelaron que modeló la constante gravitacional con un 97 % de precisión.
Todo un genio.