No son tan indiferentes como algunos piensan, quieren a las personas con las que que comparten y son una máquina de hacer travesuras. Pero necesitan algo más para tener una vida más saludable: juego, mucho juego.
No solo mejora su bienestar sino que se hace más fuerte la relación entre el felino y su humano. Eso concluyó un estudio australiano publicado en Animal Welfare.
Allí, investigadores de la Escuela de Ciencia Animal y Veterinaria de la University of Adelaide, crearon una encuesta online con veterinarios, cuidadores de gatos y expertos en comportamiento animal para investigar los factores de juego asociados con el bienestar de los gatos. Se incluía calidad de vida del felino, calidad de la relación gato-cuidador, prevalencia de problemas de comportamiento y cambios en el comportamiento.
"Nuestros resultados, basados en las respuestas de 591 cuidadores de 55 países, indicaron que mayor juego y mayor cantidad de juegos jugados se asociaba de modo significativo con una mejor calidad de vida del gato", explicó Julia Henning, quine lideró el estudio.
"También las cantidades diarias de juego, un mayor número de juegos, tanto el gato como el cuidador iniciando esos juegos y una mayor actividad del cuidador se asociaban con una mejor relación gato-cuidador".
Cuando se trata de gatos en interior como en exterior, la tenencia exclusiva en interior de la casa estaba mucho más relacionada con la calidad de vida del felino y su relación con el cuidador que en el caso de los gatos en exterior.
"Se reportaron cambios en el comportamiento que indicaban estrés, frustración o incomodidad cuando no había juegos. Por eso podemos concluir que el juego puede ser muy importante para evaluar y mantener el bienestar del gato", dijo Henning.
"El juego ha sido considerado benéfico para los gatos. Investigaciones previas relacionan el juego con capacidades neurológicas, fisiológicas, conductuales y emocionales, así como con el bienestar y la buena salud en general".
Los investigadores reconocieron que los autorreportes como los de las encuestas tienen sus limitaciones y por eso se necesitan más estudios para ahondar en lso factores que generan bienestar a los gatos.
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