A nuestro Sistema Solar ingresó un objeto interestelar, el tercero que se detecta. Los dos primeros fueron 1I/Oumuamua en 2017 y 2L/Borisov, detectado en 2019, pero esto ya se conocía. El nuevo visitante, denominado 3I/Atlas, tiene una característica especial, por lo que puede ser considerado un ilustre visitante.
¿De qué se trata? El astrónomo Matthew Hopkins, dela University of Oxford cree, junto a otros astrónomos, que este visitante es 3000 millones de años más viejo que nuestro Sol y nuestro Sistema Solar. Hopkins dijo en un comunicado que "Todos los cometas no interestelares, formados al mismo tiempo que nuestro Sistema Solar, tienen hasta 4500 millones de años".
Agregó que "Pero los visitantes interestelares tienen el potencial de ser mucho más viejos, y de los conocidos hasta ahora, nuestros métodos estadísticos sugieren que 3I/ATLAS es probable el cometa más viejo que hayamos visto".
Una razón es que procede, por su trayectoria, de una región de la Vía Láctea, nuestra galaxia, completamente distinta a los otros dos visitantes. La hipótesis es que se originó en el disco grueso de estrellas de la galaxia, que es una banda gruesa con las estrellas más viejas que le hacen sánduche a la banda más delgada, que se formó hace menos tiempo y que contiene estrellas más jóvenes.
Chris Lintott, también de Oxford, dijo que "Este es un objeto de una parte de la galaxia que nunca hemos visto antes de cerca". Y afirmó que "Pensamos que hay dos tercios de chance de que este cometa sea más viejo que el Sistema Solar, y que ha estado viajando por el espacio desde entonces".
Por haberse formado posiblemente alrededor de una estrella vieja, debe ser rico en hielo de agua. A medida que se va acercando al Sol se calienta y el hielo congelado se torna en gas, un proceso llamado sublimación, y erupciona desde la superficie del cometa que además parece es más grande que los dos visitantes anteriores.
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