Desde 1835 se han construido miles de embalses en todo el mundo, para generar electricidad o para consumo. Tal almacenamiento está redistribuyendo la masa alrededor del globo, alternado la posición de la corteza terrestre con respecto al manto, esa capa en el medio del planeta.
El manto es viscoso y la corteza forma una capa sólida que puede deslizarse sobre él. El peso sobre la corteza, que provoca su desplazamiento con respecto al manto, también modifica la ubicación de los polos terrestres, según científicos. que hicieron el estudio, publicado en Geophysical Research Letters.
Escribieron que "Cualquier movimiento de la masa dentro de la Tierra o en su superficie cambia la orientación de la rotación del eje relativo con la corteza, un proceso llamado 'verdadero desplazamiento polar".
Se ha sabido que las actividades humanas que desplazan enormes volúmenes de agua pueden activar el desplazamiento polar. Por ejemplo, en marzo un estudio mostró que un gran derretimiento de hielo por el cambio climático puede mover los polos 27 metros a finales de siglo. Y un estudio de 2023 demostró que la extracción de agua subterránea entre 1993 y 2010 causó un movimiento polar de 80 centímetros.
En este nuevo estudio los investigadores examinaron el impacto de 6862 represas, construidas entre 1835 y 2011, que albergan un volumen de agua como para llenar dos veces el Gran Cañón, derivaron en una caída de 23 milímetros en el nivel del mar.
Esa agua almacenada llevó a que los polos se movieran 1.1 metros en el periodo analizado.
Ese movimiento no va a alterar el clima de la Tierra, pero sí tiene implicaciones para el nivel del mar.
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