¿En qué se parecen Brasil, Colombia, Perú, Indonesia y la República Democrática del Congo? En que han dejado de lado la protección ambiental en favor de proyectos de desarrollo destructivos que están acabando las selvas y afectando comunidades indígenas.
Minas a cielo abierto, plantaciones agrícola industriales, mega proyectos de infraestructura y complejos hidroeléctricos están provocando un auge de la deforestación en estos países, de los que más selvas tropicales poseen, acompañado de un aumento en la violación de los derechos humanos de los indígenas.
La denuncia está formulada en el informe publicado por Forest Peoples Programme. Muestra cómo los gobiernos y productores de estos países tienen una actitud contradictoria frente a la demanda de naciones consumidoras de crear cadenas de suministro libres de abusos de derechos humanos, deforestación y pérdida de biodiversidad.
El informe, titulado Retroceso en salvaguardas sociales y ambientales en nombre de la COVID-19, examina cómo los gobiernos de esos países han utilizado la destrucción económica por la pandemia para justificar el retiro de las protecciones legales sociales y ambientales.
El informe fue preparado por Lowenstein International Human Rights Clinic de la Facultad de Derecho de Yale, la Facultad de Derecho de la Universidad de Middlesex en Londres y el Forest Peoples Programme, con colaboración de comunidades indígenas de los cinco países, recogiendo además trabajos de investigadores nacionales y grupos de apoyo.
James Whitehead, director del FPP, dijo que "no se debería priorizar el desarrollo económica por encima de la protección de los derechos de los pueblos indígenas y los bosques tropicales, especialmente durante la pandemia".
El informe muestra cómo en Colombia se intensificó el asesinato de líderes indígenas y defensores de derechos humanos durante los cierres de emergencia por COVID-19, y la deforestación en la Amazonia ha aumentado más de 80 %.
No hay comentarios:
Publicar un comentario