Quien tiene alergia a los gatos estornuda, le pica la nariz, le pueden picar otras partes del cuerpo, la garganta le molesta, entre otras reacciones. Por eso muchos ni se le acercan al pequeño felino así les parezca un gran animal.
Esa reacción alérgica se presenta porque el sistema inmunitario sobrerreacciona a inocuas proteínas del gato, confundiéndolas con peligrosas enfermedades provocadas por microbios. En la piel del gato se encuentran proteínas que pueden causarlas reacciones inmunitarias, llamadas antígenos; también se encuentran en la saliva y la orina.
Para reducir el efecto, un tratamiento han sido las inyecciones de inmunoterapia alergénica, que gradualmente exponen el cuerpo a dosis aumentadas de antígenos del gato. Esto hace que el sistema inmunitario eventualmente tolere las inocuas proteínas. El problema: con frecuencia el tratamiento requiere inyecciones cada una o dos semanas durante más de un año, seguidas por dosis mensuales por unos tres años. Para ajustar: no siempre funcionan.
Científicos encabezados por Jon Corren, de UCLA, estudiaron si agregando un anticuerpo monoclonal, tezepelumab, al tratamiento tradicional mejoraba el resultado. Ese anticuerpo bloquea la acción de una molécula, TSLP, que ha sido relacionada con el asma y otras enfermedades alérgicas.
En un estudio con 121 adultos, de 18 a 65 años de edad, todos con historia de alergia a los gatos, recibieron uno de cuatro tratamientos, desde tezepelumab más las inyecciones tradicionales, a solo placebo. Todos fueron seguidos durante un año.
En el artículo publicado en Journal of Allergy and Clinical Inmunology, se mostró que luego de eso recibieron esprays nasales con la proteína del gato. Al año, los síntomas eran menores en quienes recibieron el anticuerpo más las inyecciones.
Los resultados sugieren que bloquear la TSLP aumenta la efectividad de las inyecciones alergénicas y ofrece un resultado más duradero.
Ahora los científicos trabajan en entender bien el mecanismo que brinda la protección y además lo probarán en las alergias a alimentos.
Gracias a... los gatos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario