martes, 11 de junio de 2024

Increíble: elefantes se ponen nombres propios

Elefante africano Loxodonbta africana, un animal comunicativo y de vida social compleja. Foto Wikipedia Commons


No se llaman Alberto ni Roberto, tampoco Juan ni Tomás, pero los elefantes africanos tienen nombres y no crean que se los ponen nativos o investigadores. No, se los ponen ellos mismos.

Un estudio de científicos de Colorado State University, Save the Elephants y ElephantVoices utilizó machine learning para confirmar que los elefantes emiten sonidos con un tipo de componente de nombre que identifica al receptor. Mediante observación ya lo sospechaban.

Cuando los investigadores hicieron sonar las grabaciones de esos llamados, los elefantes respondían de modo afirmativo, respondiendo con otra vocalización y acercándose al parlante. Las llamadas hechas hacia otros elefantes les generaban poca reacción.

"Los delfines y las loras se llaman por el nombre imitando el sonido del destinatario", explicó el director del grupo, Michael Pardo. "En contraste, nuestros datos sugieren que los elefantes no dependen de la imitación de las llamadas del receptor para dirigirse uno a otro, algo que es más parecido a la forma como funcionan los nombres en los humanos".

 La capacidad de aprender a producir nuevos sonidos no es común entre animales, pero es necesaria para identificar individuos por su nombre. La comunicación arbitraria -en la que un sonido representa una idea pero no la imita- expande mucho la capacidad de comunicación y se considera una habilidad cognitiva del siguiente nivel.

"Si todo lo que nosotros pudiéramos hacer solo fueran ruidos que sonaran como que estuviéramos hablando, limitaría mucho nuestra capacidad de comunicar", según el coautor George Wittemyer, DECSU y jefe científico de Save the Elephants. Para él, el uso de marcas vocales arbitrarias indican que los elefantes pueden ser capaces de pensamiento abstracto.

La evolución de humanos y elefantes divergió hace decenas de millones de años, pero ambas especies son socialmente complejas y muy comunicativas. Elefantes funcionan dentro de una unidad familiar, unos grupos sociales y una gran estructura de clan similar a las complejas redes sociales que mantienen los humanos.

Esas necesidades similares probablemente llevaron al desarrollo de marcas vocales arbitrarias -el nombramiento de otros individuos con sonidos abstractos- en ambas especies, propusieron los investigadores.

Los elefantes son habladores, se comunican uno a otro vocalmente además de la vista, el olor y el tacto. Sos sonidos -llamadas- contienen mucha información, incluyendo la identidad de quien las hace, la edad, el sexo, estado emocional y contexto del comportamiento.

Los científicos dijeron que se necesitan muchos más datos para aislar los nombres dentro en los sonidos y determinar si el elefante nombra otras cosas con las que interactúa, como la comida, el aguay los lugares.

El estudio fue publicado en Nature Ecology & Evolution.


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