lunes, 18 de mayo de 2020

Aliviarse de la Covid-19 no es aliviarse

A quienes les pega más duro la Covid-19 les toma mucho tiempo recuperarse. Foto Wikipedia 

Más de un tercio de los enfermos por la Covid-19 se encuentran recuperados. Y aunque ya no están en las listas que nutren las estadísticas de contagiados o muertos, hay una cosa clara para quienes llegaron a estar en un estado crítico: la recuperación va más allá de no mostrar el virus en las pruebas. Es, de hecho, un proceso lento y... doloroso.
Sí, aliviarse de la Covid-19 no es aliviarse del todo.
Muchos casos lo confirman. Como el de Morena Colombi, italiana, citado por The New York Times: el 16 de marzo ya no dio positivo. Cinco semanas después regreso al trabajo para encontrar que se siente corta de aire, que le da mucha dificultad caminar trechos cortos y le duelen los músculos.
Así, 11 semanas después de haberse 'aliviado' sigue padeciendo las secuelas de la nueva y perturbadora enfermedad.
La persistencia del virus como la larga convalescencia son temas entre quienes lo han padecido o sus familiares y amigos. Cuando ya son descartados de los servicios médicos, comienza la recuperacio´n que no es nada fácil.
Los malestares para quienes enfermaron con mayor gravedad persisten por mucho más tiempo del que dura le enfermedad, como dijera Alessandro Venturi,  director del Hospital San Mateo, en Lombardía (Italia), citado por el Times.
No solo sucede con quienes han padecido la neumonía, sino con otros pacientes que padecen síntomas inesperados en la fase de recuperación: sienten como que se les quiebran los huesos, el estómago anda revuelto y con pesadez y los sentidos alterados.
Para unos lo peor es la falta de energía y esa sensación de huesos rotos. La fatiga persiste incluso cuando han desaparecido otras molestias.
Algunos, se reporta, vuelven a sentir episodios de fiebre y escalofríos. Otros sienten los ojos que les queman y padecen una diarrea persistente. Todos ya no tienen el virus, pero este les dejó su recuerdo.


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