Una vieja vacuna será ensayada contra el nuevo coronavirus. Foto Health.mil
Para aquellos en la primera línea de combate contra la
Covid-19, podría haber esperanzas en una vacuna. No una nueva de las varias que
están hoy en ensayos clínicos, sino una vieja, muy vieja, usada ya en al menos
4000 millones de personas.
La historia es como sigue, de acuerdo con un artículo en
The Scientist.
La vacuna contra la tuberculosis, BCG, que se administra
a niños los protege además contra otras infecciones de acuerdo con estudios en
distintas épocas. Entonces, científicos se están preguntando si no podrían
proteger al personal de la salud más expuesto a Covid-19.
La Bacille Calmette-Guerin, llamada así por dos
microbiólogos franceses, consiste de una cepa debilitada de Mycobacterium
bovis, prima de M. tuberculosos, la bacteria que provoca la enfermedad.
Unos estudios publicados en estas semanas analizaron el
caso del número de infecciones y mortalidad por Covid-19 en países con vacuna
obligatoria para la tuberculosis, encontrando que es menor el número de
aquellos casos y muertes. Pero se trata de una correlación estadística, no de
causa-efecto, que hay que advertir con claridad.
Otro estudio, también estadístico, mostró que es mayor el
número de casos en países sin vacuna obligatoria para la tuberculosis, como
Estados Unidos, Italia y Países Bajos.
Epidemiólogos como Christine Stabell Benn, de la
University of Southern Denmarck ha estudiado la TBC durante dos décadas y ha
visto cómo reduce la mortalidad de los niños por infecciones. Anota que hay que
mirar con cuidado los citados estudios estadísticos pero con base en su
experiencia afirma que hay razones para estudiar si esta vacuna sí protege a
las personas contra el nuevo coronavirus. Hay estudios de ella y su grupo que
muestran la protección contra otra enfermedades.
Tiene la esperanza de que ofrezca beneficios contra casos
severos de la Covid-19. Ella misma se puso la vacuna hace poco.
Otros estudios han mostrado que la TBC mejora la
respuesta del sistema inmunitario y así se ha demostrado en varios casos:
poniendo esta vacuna unas semanas antes de la temporada de influenza e incluso
en estudios controlados de fiebre amarilla.
Por eso, con 4000 trabajadores de la salud de Australia
estudiarán si aplicar la TBC reduce los casos de la Covid-19, se presentan con
menos severidad o se recuperan más rápido.
También con 1500 en Países Bajos y una cantidad similar
en Dinamarca.
Vale aclarar que apenas van a comenzar los ensayos. Por
eso hoy no hay recomendación específica de la Organización Mundial de la Salud
sobre la TBC para proteger contra la Covid-19.
¿Funcionará?
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