El descuido y el abuso de la naturaleza lo ha pagado la humanidad a un precio muy alto:23 % de todas las muertes se deben a un medio ambiente poco saludable, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
No en vano el Foro Económico Mundial este año centró su informe de riesgos globales en cinco riesgos que se destacan por afectar nuestra salud.
Para el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP por su sigla en inglés) hay siete maneras en que la falta de cuidado del medio ambiente está afectando nuestra salud.
1. Estamos respirando aire contaminado.
Según la OMS, 9 de cada 10 personas en todo el mundo respira aire sucio. Este responde por 7 % de las muertes de cáncer de pulmón, 18 % de las muertes por enfermedades pulmonares, 20 % de las muertes por accidente cerebrovascular y 34 % de las muertes por enfermedades del corazón.
Más del 90 % de las muertes por aire contaminado ocurren en países de ingresos bajos y medios, pero también afecta la población de los ricos.
En la actual crisis de Covid-19, las enfermedades pulmonares preexistentes por el aire malo han sido un factor más de riesgo para las personas.
2. Estamos contaminando el agua dulce.
Cada persona requiere de 20 a 50 litros de agua limpia al día solo para beber e higiene, pero en todo el planeta el agua está contaminada por desechos domésticos, municipales y médicos, aguas residuales no tratadas, escorrentías agrícolas con su alta carga contaminante y descargas industriales. Se estima que 80 % de las aguas residuales regresa al ecosistema sin tratamiento, poniendo en riesgo al menos a 1800 millones de personas.
Desde los años 1990, la contaminación del agua ha empeorado en casi todos los ríos de África, Asia y Latinoamérica.
Datos confiables sugieren que en 42 países con información suficiente, menos de la mitad dispone de instalaciones básicas para lavarse las manos siquiera.
3. Se reduce el valor nutricional de los alimentos.
El aumento poblacional y la urbanización han coincidido con un aumento de los problemas de salud relacionados con una nutrición mala. Hay 800 millones de personas con inseguridad alimentaria y 2100 millones con obesidad o sobrepeso.
Es que la producción intensiva e industrializada de alimentos ha reducido costos y ampliado la disponibilidad de alimentos altamente procesados y pobres en nutrientes. Así, 60 % de la energía alimentaria se deriva de tres cultivos de cereales: arroz, maíz y trigo. 2000 millones de personas carecen de vitaminas y minerales esenciales para el crecimiento y el desarrollo como la vitamina A, el hierro y el zinc.
Para la OMS, una de cada tres personas sufre de desnutrición y buena parte de la población mundial se ve afectada por enfermedades relacionadas con la dieta.
4. Consumimos sustancias nocivas.
En los países en desarrollo, cada año 25 millones de personas sufren intoxicación aguda por pesticidas. Si bien muchos considerados nocivos han sido prohibidos, su efecto en el suelo y el agua dura muchos años.
Fuera de esto, el encasado y procesamiento de alimentos con los tratamientos para mejorar sabor, apariencia y duración genera riesgos. Un informe de la OMS clasificó las carnes procesadas como cancerígenas y las relacionó con el cáncer colorrectal.
5. Estamos más expuestos a enfermedades zoonóticas.
Covid-19 es solo la última muestra de cómo la alteración de los hábitats naturales de la vida silvestre para nuestra vida, la agricultura y la industria ha reducido las zonas de amortiguación naturales que nos mantenían separados de la vida silvestre, creando condiciones para que enfermedades se propaguen a los humanos.
6. Nos volvemos inmunes a medicamentos antimicrobianos.
El uso de esos medicamentos de manera indiscriminada no solo en personas sino en animales de consumo, en estos para propiciar un crecimiento más rápido, ha llevado a que cada vez sean menos eficaces para controlar infecciones diversas: cada año al menos 700 000 personas fallecen por infecciones resistentes a las medicinas.
El uso para salud y producción de animales se duplicará en 20 años, generando mayores riesgos.
7. Reducimos la abundancia de medicamentos de la naturaleza.
En todo el mundo unos 60 000 plantas, animales y especies de microbios se emplean por sus propiedades medicinales, nutricionales y aromáticas. En solo Estados Unidos, 118 de los 150medicamentos más usados se basan en fuentes naturales, siendo productos de la naturaleza muy útiles y eficaces en terapias contra el cáncer.
Sin embargo, por la sobreexplotación, la destrucción de hábitats y el cambio climático los recursos de las plantas silvestres se están reduciendo de manera alarmante: se estima que 15 000 plantas medicinales pueden estar en peligro de extinción. Se estima que cada dos años perdemos al menos una potencial droga de importancia.
Solo somos una de los al menos 8 millones de especies que hay en la tierra, pero estamos acabando con las otras, de las que paradójicamente dependemos para vivir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario