Cada vez con mayor fuerza, los fenómenos naturales siguen recordándoles a los humanos su poder incontenible: las sequías con 650 000 fallecidos, las tormentas con 577 232 muertos, las inundaciones con 58 700 y las olas de calor con 55 736 son los cuatro tipos de fuerzas que más afectan a la humanidad,.
Eso revela un análisis de la Organización Meteorológica Mundial, agencia de ONU, sobre los fenómenos en los últimos 50 años, análisis que forma parte del Atlas de esa entidad que será publicado en pocos días. Cubre de 1970 a 2019.
Aquellos, en su orden, son los que más vidas han cobrado, mas hay otra afectación también significativas: la destrucción de bienes. Y en ese sentido, las 10 catástrofes más dañinas son las tormentas, que provocaron daños por 521 000 millones de dólares y las inundaciones con115 000 millones de dólares en pérdidas.
Inundaciones y tormentas fueron las que más se hicieron sentir en Europa, pero las olas de calor provocaron la mayor cantidad de muertes.
El informe presenta que en ese periodo los riesgos meteorológicos, climáticos e hídricos representaron 50 % de todas las catástrofes, el 45 % de todas las muertes registradas y 74 % de todas las pérdidas económicas registradas en el mundo.
Y tal como se ha insistido por parte de diferentes organismos, científicos y expertos, "los peligros relacionados con el tiempo, el clima y el agua están aumentando en frecuencia e intensidad como consecuencia del cambio climático. Las lluvias torrenciales y las devastadoras inundaciones y pérdidas de vidas que se produjeron en Europa central y China la semana pasada (primera mitad de julio) pusieron de manifiesto este hecho con consecuencias trágicas", expresó Petteri Taalas, secretario general de la OMM.
Las olas de calor recientes tan trágicas en Norteamérica están relacionadas con el cambio climático también, dijo, "pero, cada vez más, los episodios de lluvias intensas también llevan la huella del cambio climático. A medida que la atmósfera se calienta, retiene más humedad, lo que significa que lloverá más durante las tormentas, aumentando el riesgo de inundaciones", complementó el profesor Taalas.
Y ningún país, desarrollado o no, es inmune a lo que está sucediendo y a lo que vendrá.
Un hecho positivo es que el número de víctimas mortales de los fenómenos meteorológicos extremos están disminuyendo por una mejora en las alertas tempranas y la mejor gestión de las catástrofes.
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