Estuvo fuera del aire, bueno, no trabajaba. Entró en modo seguro, con operaciones suspendidas. Y luego de la incertidumbre, los ingenieros y científicos de la Nasa lograron resetear la computadora, donde detectaron la falla, y el telescopio espacial Hubble, ese ícono de la exploración del universo, está operando de nuevo desde el 17 de julio y no perdió el tiempo.
Trabaja y envió pruebas de que lo está haciendo bien. Captó imágenes de unas inusuales galaxias: una con brazos espirales muy largos y un par que está en plena colisión.
El telescopio había dejado de funcionar el 13 de junio, cuando el computador principal falló al recibir una señal de otra de las computadoras y entró de inmediato en modo seguro, permitiendo que los especialistas estudiaran lo que sucedía.
El Hubble fue lanzado en 1990, lleva 31 años de trabajo, de modo que para una reparación hay que estudiar en detalle cómo fue fabricado, con la tecnología que existía en los años 80.
No es la primera vez que se produce tal situación. En 2008 también entró en modo seguro y pudo ser reparado.
En estas tres décadas largas ha tomado más de 1,5 millones de observaciones permitiendo una mayor comprensión de diferentes estructuras y fenómenos del universo.
Las imágenes enviadas muestran un par de galaxias interactuando, en el hemisferio sur, un sistema que se halla a 297 millones de años luz. Un choque mucho más complejo de lo que antes creían los astrónomos.
La imagen de la derecha revela una galaxia espiral inusual. A 490 millones de años luz de nosotros tiene un brazo que se extiende con un radio de 163 000 años luz, tres veces más expandido que nuestra propia galaxia, la Vía Láctea.
Vale recordar que el Hubble es una misión conjunta entre la Nasa y la Agencia Espacial Europea (ESA).
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