Con más vías se facilitará la apertura de tierras hoy selváticas. Foto Wikipedia Commons
La destrucción de la Amazonia, el más grande respiradero del planeta, no solo es enorme sino que aumentará en el futuro: hay 75 proyectos de carreteras que suman 12 000 kilómetros, muchos de ellos sin sustento técnico ni ambiental, algunos en Colombia.
Es el hallazgo de un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences -PNAS, de Thais Videla y otros nueve investigadores, que analizaron los principales países de la región: Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador y Perú.
Todas las vías impactarán de manera diferente la región, el 45 % generará pérdidas económicas, sin contar las externalidades sociales y ambientales.
Los científicos escribieron que cancelar los proyectos injustificados evitaría la deforestación de 1,1 millones de hectáreas y el desperdicio de US$7600 millones.
"Encontramos que un pequeño conjunto de proyectos aportarían 77 % de beneficio económico al 10 % del daño ambiental y social, mostrando que es posible tomar decisiones informadas según prioridades nacionales".
La Amazonia alberga del 10 al 15 % de la biodiversidad terrestre y la más grande fuente de agua dulce del mundo. Es además hogar de 30 millones de personas, regula los ciclos hidrológicos locales y los patrones climáticos y almacena de 150 000 a 200 000 toneladas de carbono. Beneficios todos que dependen de su conservación.
Pese a ello su deterioro continúa a pasos grandes: se calcula que a 2050 se habrá deforestado 40 % del territorio y la expansión de la red vial, oficial y particular, en áreas remotas es el primer mecanismo de esta enorme transformación.
La deforestación para hacer carreteras genera pérdida de biodiversidad, desplazamiento de comunidades indígenas, aumento de emisiones de gases de invernadero y reducción del almacenamiento de carbono.
Las vías valorizan las tierras adyacentes, que deriva en especulación y deforestación para establecer pasturas.
Deforestación estimada alrededor de varios de los proyectos. Foto PNAS
La investigacion encontró que pese a este panorama, gobiernos y la banca de desarrollo continúan priorizando la expansión de esta red para generar empleo y reducir costos de transporte.
Un ejemplo es la Infraestructura Regional de Integración de Sudamérica, un plan a 2026 que demandará inversiones por 9400 millones de dólares. Un plan en el que se ha puesto poco interés en evaluar los impactos.
El total de las carreteras proyectadas, 12 000 kilómetros, demandará inversiones de 27 000 millones de dólares.
En Brasil se proyectan 2234 kilómetros de vías que provocarán la pérdida de 561 000 hectáreas a 2030, 23 % de lo estimado para la región a ese año.
Uno de los proyectos más dañinos los aportará Colombia con la Troncal Piedemonte (Los Pozos-La Macarena-La Leona.
Además los proyectos viales Mitú-Monforth y Puerto Leguízamo-La Tagua, ambos en Colombia, cruzarán por territorios indígenas que viven en aislamiento voluntario.
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