Fue inaugurada la planta donde comenzó a armarse el reactor de fusión. Foto Iter
Un proyecto que involucra a 35 países y cuya sede está en Francia.
A ese país comenzaron a llegar los componentes para el montaje de la imponente máquina, Iter, el proyecto científico más grande del planetas en estos momentos.
La fusión suministra energía limpia y confiable sin emisiones de carbono. Es además segura, sin posibilidades de un accidente como los ya sufridos por las plantas nucleares de Rusia y Japón.
El combustible está en el agua de mar y en el litio, abundantes para proporcionarle energía a la humandiad durante millones de años. Una cantidad de este combustible del tamaño de una piña equivale a 10 000 toneladas de carbón.
Se estima que el costo de construcción es muy similar al de una planta nuclear de fisión, pero sin los enormes costos que implica la disposición eterna de los residuos radiactivos.
En Iter participan 35, países, de la Unión Europea, más Reino Unido y Suiza, China, India, Japón, Corea, Rusia y Estados Unidos.
El país anfitrión es Francia. La Unión Europea más Reino Unido y Suiza costean 45 % del proyecto, los otros países de a 9 %.
Cerca del 90 % de las contribuciones de los países son en especie, materiales, y de ahí la enorme complejidad para armar la gran máquina, la Tokamak, un confinamiento magnético de fusión, un torus magnético, cuyo concepto fue desarrollado por la extinta Unión Soviética en los años 50 del siglo pasado.
A Francia comenzarron a llegar los componentes, algunos pesando cientos de toneladas y midiendo más de 15 metros, tras un proceso de fabricación que lleva 5 años.
Esta planta, prueba de concepto, producirá unos 500 megavatios de energía térmica, que conectados a la red serán suficientes para abastecer 200 000 hogares.
Al no emitir CO2, contribuirán enormemente a reducir las emisiones de gases de invernadero (más de 70 % provienen del sector energético y de este un 80 % de los combustibles fósiles) pero eso dependerá de cuán rápido se empiecen a instalar esas plantas.
Así funciona una planta:
Unos gramos de deuterio y tritio (hidrógeno) se inyectan en una enorme cámara, la Tokamak. El hidrógeno se calienta hasta que se convierte en un una nube de plasma ionizado, que es controlado por 10 000 toneladas de imanes. La fusión ocurre cuando el plasma alcanza 150 millones de ° Celsius, 10 veces más caliente que el núcleo del Sol. En la reacción una pequeña cantidad de masa es convertida en una enorme cantidad de energía (E=mc2.
Los neutrones de altísima energía escapan de la celda magnética y transmiten energía como calor. El agua que circula los muros de Tokamak absorbe el calor que escapa y crea vapor. En una planta comercial una turbina de vapor generará electricidad.
Hasta hoy se han fabricado cientos de Tomakak, pero Iter será el primero en lograr un plasma que se caliente.