Está naciendo y lo anuncia con una gran explosión de pirotecnia. ¿Qué es? Se trata de una protoestrella, de unos 100 000 años de edad que sigue acumulando material de la nube donde crece para convertirse algún día en una estrella. Sí, el proceso de formación estelar en plena ebullición.
En la imagen captada por el telescopio espacial James Webb observamos una nube molecular, L1527, en cuyo centro está la protoestrella. De allí se expanden flujos en sentido contrario por la rotación de este objeto mientras consume gas y polvo de la nube.
El color azul muestra la presencia de los hidrocarburos aromáticos policíclicos. La proteestrella y el gas que la rodea están de rojo. La parte blanca abajo y encima de esta es una mezcla de hidrocarburos, neón ionizado y polvo grueso.
La protoestrella continuará su crecimiento y consumirá, destruirá y empujará la nube molecular y mucha parte de la estructura que se aprecia en la imagen.
Esta estructura se encuentra hacia la constelación Tauro, a 460 años luz de nosotros.
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