Hay cantantes que no lo hacen tan bien y son abucheados por el público, pero hay cantantes que lo hacen mal y... terminan siendo devorados. La triste realidad.
Es la triste realidad, aunque es un rasgo evolutivo de la especie, de las ranas macho verdes y doradas -Litoria aurea- en la isla Kooragang, en Australia. Si a la hembra no le gusta el canto que emite cuando trata de llamar su atención, se lo come. Sí, literalmente.
John Gould, de la University of Newcastle, que realizaba una investigación sobre la reducción de la población de estas ranas, observó cuando una hembra mordía una extremidad de un macho, que forcejeaba para no servir de cena de una frustrada rana.
El artículo fue publicado en el journal Ecology and Evolution.
No es el primer caso de canibalismo en anfibios, aunque por lo general las presas son individuos más jóvenes, sapos o salamandras, y también se sabe que renacuajos de diversas especies se comen los más pequeños.
También se ha visto en laboratorio, ranas adultas comiendo otras adultas, mas por lo general se da cuando las hembras son más grandes que los machos. En el caso estudiado por Gould, la hembra mide cerca de 7 centímetros y el macho 5.
Mientras el hallazgo parece interesante en términos ecológicos y de evolución, se requerirán más ejemplos de la conducta descrita por Gould para validar su hipótesis, el rechazo al canto, u otras que surjan. Hembras adultas comiéndose jóvenes también se han documentado.
En el caso observado, el macho, luego de repetidos intentos, pudo escapar.
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