Hay una forma de envejecer más rápido que hasta ahora no ha sido tenida en cuenta: la muerte de un familiar. Sí, así como lee. El fallecimiento de la pareja, hermano, hijo o alguien muy cercano.
Permítanme les relato:
Un estudio encontró que quienes sufren esa pérdida presentan señales de una mayor edad biológica en comparación con quienes no han sufrido tal pérdida.
¿Quiénes hicieron la investigación?
Fueron científicos de Columbia University Mailman School of Public Health y el Butler Columbia Aging Center.
¿Fue publicado el estudio?
Les informo: sí, en el reconocido medio científico JAMA Network Open.
¿En concreto qué se halló?
Prosigo: Allison Aiello, Ph.D., profesor de salud del envejecimiento en Epidemiología y cabeza de la investigación dijo que "Pocos estudios han mirado cómo la pérdida de una persona amada en distintas etapas de la vida, afecta unos marcadores de ADN", y agregó que "Nuestro estudio muestra fuertes vínculos entre perder una persona amada a través de la vida, desde la infancia a la adultez".
El estudio se hizo con población de Estados Unidos.
¿Qué es ese envejecimiento biológico?
Les explico: es el declive gradual en cómo funcionan de bien las células, órganos y tejidos del cuerpo, conduciendo a un riesgo de desarrollar enfermedades crónicas. Los científicos miden este tipo de envejecimiento usando marcadores de ADN conocidos como relojes epigenéticos.
¿Qué más se encontró?
Ya les cuento: el estudio sugiere que el impacto de una pérdida en el envejecimiento se puede ver mucho antes de la edad media de la persona y puede contribuir a diferencias de salud entre grupos étnicos.
¿Quiénes participaron en la investigación?
Fue una encuesta con 20745 adolescentes de 12 a 19 años a los que se hizo seguimiento. Luego se entrevistó a 12 300 de ellos y a 4500 se les visitó y tomó una muestra de sangre para examinar el ADN.
Cerca de 40 % sufrieron una pérdida en la adultez, entre 33 y 43 años de edad, la pérdida de un padre fue más común en la edad adulta que en la infancia y adolescencia.
¿Entonces?
Rematemos: las personas que experimentaron dos o más pérdidas tenían edades biológicas mayores según varios de los relojes epigenéticos. Experimentar dos o más pérdidas en la edad adulta se relacionó más fuerte con envejecimiento biológico que si solo se tuvo una pérdida de un familiar y que aquellos que no tuvieron ninguna.
"La conexión entre perder personas cercanas y los problemas de salud a través de la vida están bien establecidos, notó Aiello. Mas agregó que "Algunas etapas de la vida pueden ser más vulnerables a los riesgos de salud asociados con la pérdida y la acumulación de pérdidas parece ser un factor significativo".
¿Y?
Les respondo: Perder un padre o hermano temprano en la vida puede ser muy traumático, a menudo derivando en problemas de salud mental, problemas cognitivos, mayores riesgos de enfermedad del corazón y un mayor riesgo de muerte prematura. Y perder un familiar a cualquier edad supone riesgos de salud, y pérdidas repetidas pueden llevar a mayor riesgo de enfermedad cardiaca, mortalidad y demencia.
¿Se supera?
Termino: los impactos pueden persistir mucho después del evento.
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