Lo damos por sentado como algo muy natural, pero ¿cómo convierte el cerebro los sonidos en palabras con significado?
Bueno, científicos escudriñaron el cerebro de personas vivas y crearon el mapa de mayor resolución hasta ahora de las neuronas que codifican el significado de varias palabras. Unos resultados que sugieren que en las personas el cerebro usa las mismas categorías estándar para clasificar las palabras ayudándonos a convertir el sonido en algo con sentido.
Aunque el trabajo se hizo con palabras en inglés, es un paso más para descifrar cómo el cerebro almacena las palabras en la biblioteca del lenguaje, en palabras del neurocirujano Ziv Williams, del Massachusetts Institute of Technology en Cambridge. Al mapear el conjunto de células cerebrales que se superponen y responden a varias palabras, "podemos tratar de comenzar a construir el tesauro del significado".
El área del cerebro llamada la corteza auditiva procesa el sonido de una palabra cuando entra al oído, pero es otra área, la corteza prefrontal, una región se desarrolla una actividad cerebral alta, que descifra el significado semántico, su esencia.
Los participantes escucharon frases cortas con 450 palabras y los científicos grabaron cuáles neuronas se activaban y cuándo. Dos o tres neuronas se activaban para cada palabra, aunque solo se registró una pequeña cantidad de los miles de millones de neuronas de la corteza prefrontal. Luego miraron la similitud entre palabras que activaban las mismas neuronas.
Las palabras a las que respondía el mismo set de neuronas caían en categorías similares, como acciones o palabras asociadas con personas. También se halló que las palabras que el cerebro podía asociar una con otra, como pato y huevo, encendían algunas de las mismas neuronas. Y palabras con significados parecidos como ratón y rata generaban patrones de actividad neuronal que eran más similares que aquellos que se activaban con palabras como ratón y lora. Otro grupo de neuronas respondía a palabras asociadas con conceptos más abstractos, como arriba o detrás.
El estudio fue publicado en Nature.
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