Un estudio comparativo publicado en General Psychiatry encontró que la meditación de manera regular y durante varios años puede ayudar a regular la microbioma y disminuir potencialmente los riesgos de enfermedad mental y física.
Se encontró que los microbios intestinales en un grupo de monjes budistas tibetanos era muy diferente de aquellos vecinos seculares y se han relacionado con un menor riesgo de ansiedad, depresión y enfermedad cardiovascular.
La investigación muestra que la microbioma puede afectar el estado anímico y el comportamiento a través de un eje: intestino-cerebro. Esto incluye la respuesta inmunitaria del cuerpo, las señales hormonales, la respuesta al estrés y al nervio vagus -el principal componente del sistema nervioso parasimpático que supervisa un conjunto de funciones corporales cruciales.
Para los investigadores, esos monjes budistas, aunque no muchos, sirven como representantes de las meditaciones profundas. Hoy esta práctica es usada cada vez más para tatar trastornos de la salud mental como depresión, ansiedad, abuso de sustancias, estrés traumático y desórdenes en la alimentación así como el dolor crónico, pero no era claro si podía modificar la composición de la microbioma intestinal.
Para averiguarlo analizaron muestras fecales y de sangre de 37 monjes budistas y 19 residentes seculares de la región.
La meditación budista tibetana se origina de un sistema médico indio conocido como Ayurveda, una forma de entrenamiento psicológico. Los monjes del estudio la han estado practicando al menos dos horas al día entre 3 y 30 años.
Los análisis mostraron diferencias significativas en la diversidad y volumen de los microbios entre los monjes y sus vecinos.
"Colectivamente varias bacterias enriquecidas en el grupo de la meditación se ha asociado con el alivio de enfermedades mentales sugiriendo que la meditación puede influenciar ciertas bacterias que pueden tener un rol en la salud mental", escribieron los investigadores.
Además, en el grupo de meditación se encontraron varios mecanismos protectores antinflamación, además el metabolismo era mejor en ellos.
Y los exámenes de sangre revelaron que niveles de agentes asociados con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, incluyendo el colesterol total y la apolipoproteína B era significativamente menor en los monjes.
Los investigadores sugieren que la meditación puede ayudar a prevenir o tratar enfermedades psicosomáticas a pesar de que el grupo fue pequeño, todos machos y todos viviendo en zonas altas.
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