Tiene ojos grandes y una cola ondulante, además un dedo largo, como su nariz, y dientes de roedor. Es el aye-aye, un primate de Madagascar, Daubentonia magadacasriensis. Es nocturno y es una especie amenazada.
Usa ese gran dedo para escarbar en la madera hueca y obtener larvas de las que se alimenta. Y un video captado en su medio, encontró que lo usa además para otra actividad, en la que se parece mucho a algunos humanos: hurgarse la nariz y comerse los mocos.
Los autores de un artículo publicado en Zoology, describen cómo lo hace. El video fue grabado en 2015 mientras observaban ayes ayes en cautiverio en el centro lemur Duke.
El dedo del medio tiene unos ocho centímetros de longitud y los científicos se asombraron cuando por primera vez vieron que se perdía dentro de la nariz, sin saber con qué fin.
Entonces, crearon un modelo 3D con escáneres CT de la cabeza y la mano del primate para entender hasta dónde llegaba ese dedo del medio de la mano. Hallaron que se extiende bien adentro de la cabeza.
"Este dedo básicamente termina en la garganta", dijo Anne ClaireFabre, profesora asistente en la Universidad de Berna.
Es la primera vez que se observa en él y se piensa que también puede tener esa práctica en su medio natural, pero no es el único animal que se hurga la nariz. Se ha identificado en humanos, capuchinos, macacos, chimpancés y orangutanes. Algunas usando algún objeto para esa práctica.
No se sabe por qué lo hacen, tal vez, se especula, como medida de aseo nasal. Otros han sugerido que dada la textura de los mocos y su sabor salado, tal vez previenen que se adhiera bacteria a los dientes y fortalecen su sistema inmunitario.
Nadie sabe.
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