Si las cosas funcionan bien, podría verse a simple vista en febrero, pero los cometas son como los gatos: impredecibles.
Hacia la Tierra se dirige un cometa que nunca había venido por estos lares, habiendo viajado más de 50 000 años desde la más remota región del Sistema Solar; la nube de Oort, una fría región llena de cometas y asteroides a entre 20 000 y al menos 100 000 veces la distancia Tierra-Sol, que es de 150 millones de kilómetros.
El cometa, denominado técnicamente C/2022 E3 (ZTF) fue visto por primera vez en marzo de 2022. Desde eso se ha ido acercando al Sol, del cual estará más cerca el 12 de enero y continuará su camino para pasar por la Tierra a solo 42 millones de kilómetros el 2 de febrero próximo.
Astrónomos predicen que después del 12 podría verse con binoculares. Hacia los últimos días de enero y comienzos de febrero podría, en el mejor de los casos verse a simple vista. Esto sin considerar que hay varios factores desconocidos en este (y muchísimos cometas) que pueden incidir en su brillo.
Los cometas de periodo largo pueden tardar decenas o cientos de miles de años en regresar. El C/2013, por ejemplo, que pasó cerca de Marte en 2014, no volverá en unos 740 000 años.
El C/2022 E3 no volverá en más de 50 000 años, aunque no se ha podido precisar bien su trayectoria. Existe la posibilidad de que siga su viaje de largo y nunca más regrese por estos lados.
Los cometas son cuerpos sólidos que se subliman al acercarse al Sol. Cuando están a 5 a 10 veces la distancia Tierra-Sol, desarrollan una atmósfera que envuelve al núcleo, la conocida coma o cola, compuesta de gas y polvo.
Están compuestos más que todo de hielo cubierto con material orgánico en reposo, dice la Nasa y son restos de la formación de nuestro Sistema Solar hace unos 4600 millones de años.
En una región más allá de Neptuno, el cinturón de Kuiper, abundan. Algunos, por algún empujón gravitacional se acercan al Sol. Les toma menos de 200 años y conocen como cometas de periodo corto.
Los de periodo largo de la nube de Oort pueden demorar cientos de miles de años o incluso millones, según la agencia espacial (elñ tamaño de esta nos e ha podido determinar y se cree que contiene hasta al menos 100 000 millones de objetos que podrían sumar una masa cinco veces la terrestre).
Por eso, si usted logra ver el E3 será un afortunado de ver una reliquia del Sistema Solar y de los confines de este.
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