Pacientes con parálisis inferior beneficiados con electrodos, en este caso externos para estimulación de la columna. Ahora los electrodos podrán crecer en el cuerpo. Foto NIH
Pues bien, en un interesante desarrollo, científicos hicieron que esos electrodos crecieran en el cerebro. Sí, como lo lee. Ahora, ¿cómo lo hicieron? El cuento es el siguiente, pero primero citemos las palabras del profesor Magnus Berggren, del Laboratoryof OrganicsElectronics en Linköping University en Suecia:
"Por varias décadas hemos tratado de crear electrónicos que imiten la biología. Ahora, permitimos que la biología cree los electrónicos".
Hasta ahora los bioelectrónicos desarrollados, en paralelo con la industria de semiconductores, tienen un diseño fijo que es difícil, si no imposible, combinar con señales biológicas de sistemas vivos.
Para cerrar esa brecha entre biología y electrónica, los científicosdesarrollaron un método para crear materiales conductivos suaves, libres de sustratos en tejidos vivos. Inyectando un gel con enzimas como moléculas para el ensamblaje, fueron capaces de hacer crecerelectrodos en el tejido de pez zebra y en sanguijuela medicinal.
"El contacto con las sustancias del cuerpo modifica la estructura del gel y lo hace eléctricamente conductivo, que no lo era antes de la inyección. "Dependiendo del tejido, también podemos ajustar la composición del gel para mantener el proceso eléctrico", explicó Xenofon Strakosas, investigador del laboratorio y de Lund University y uno de los autores principales del estudio.
Las moléculas endógenas del cuerpo son suficientes para activar la formación de electrodos. No se necesita modificación genética ni señales externas, tales como luz o energía eléctrica, que ha sido necesario en experimentos previos.
El desarrollo abre el camino para un nuevo paradigma en bioelectrónica. No se requerirán ya implantes sino la inyección del viscoso gel.
El avance se publicó en Science.
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