De los espectáculos más llamativos de la naturaleza son las auroras boreales, que solo una parte de la humanidad puede observar. Y ahora astrónomos usaron el Observatorio Wm Keck en Hawái para ver las auroras. Pero no acá. Detectaron que las cuatro mayores lunas de Júpiter también presentan auroras.
Son provocadas por el enorme campo magnético del mayor de los planetas del Sistema Solar. Y fueron observadas en luz visible en Io, Calisto, Ganímedes y Europa.
"Son observaciones difíciles porque en la sombra de Júpiter las lunas son casi invisibles. La luz emitida por esa débil aurora es la única confirmación de que dirigimos el telescopio al punto correcto", dijo Katherine de Kleer, profesora en Caltech y cabeza de uno de los dos artículos científicos publicados en el Planetary Science Journal.
Cada una de las cuatro lunas muestra la misma aurora de oxígeno que vemos en los cielos cerca de los polos terrestres, pero los gases en Júpiter con más delgados, permitiendo que brille un color rojo intenso casi 15 veces más brillante que la conocida luz verde.
En Europa y Ganímedes el oxígeno también ilumina en infrarrojo, solo un poco más rojo de lo que el ojo humano puede ver, primera vez que ese fenómeno se ve en un cuerpo diferente a la Tierra.
En Io, la luna más cercana a Júpiter, los chorros de gas y polvo de los volcanes tienen una altura de cientos de kilómetros y contienen sales y potasio que se descomponen para dar otros colores. El sodio da el mismo color amarillo-naranja que se ve en las lámparas urbanas. La autora de potasio se da en infrarrojo y que no se había detectado en ninguna parte antes.
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