De ellos se supo por unos pocos huesos hallados en una cueva en la región de Altái en Siberia (Rusia). Poco a poco los análisis han mostrado que se reprodujeron con humanos y Neandertales, transmitiéndoles sus genes, algunos por ejemplo que ayudan a resistir las alturas. Eran los denisovanos.
Pero hay más. Un nuevo estudio muestra cómo los latinoamericanos actuales con ancestros indígenas tienen genes denisovanos. Por ejemplo el gen MUC19, que se relaciona con la producción de proteínas que forman la saliva y las mucosas barreras en los tractos respiratorio y digestivo.
El hallazgo se hizo con ADN recogido de individuos excavados en sitios arqueológicos en Norte y Sudamérica.
La frecuencia con la cual el gen aparece en las poblaciones humanas actuales sugiere que estuvo bajo una significativa selección natural, es decir que proveyó una ventaja para la supervivencia o la reproducción para aquellos que lo portan.
Como el gen está relacionado con los procesos inmunológicos, se cree que la ventaja que significó fue ayudar a esos antiguos pobladores a combatir los patógenos nuevos que encontraban en su migración por el continente americano hace miles de años.
El estudio reveló que el gen probablemente fue pasado a través del apareamiento de los denisovanos a otra población arcaica, los Neandertales, que luego se aparearon con humanos.
Emilia Huerta Sánchez, profesora en Brown University, explicó que "Desde un punto de vista evolutivo, este hallazgo muestra cómo un cruzamiento antiguo puede tener efectos que vemos todavía". Y agregó que "Desde un punto de vista biológico identificamos un gen que parece ser adaptativo, pero cuya función no ha sido caracterizada todavía. Esperamos que conduzca a un estudio adicional sobre qué está haciendo en realidad este gen".
El estudio fue presentado en Science.