El interés comenzó años atrás. Adrian Martineau, investigador de Queen Mary University en Londres, analizó junto a colegas los efectos de la suplementación de vitamina D en el riesgo de contraer una infección agua del tracto respiratorio, tal como la influenza.
En ese entonces determinaron que tomar una dosis diaria de esa vitamina protegía contra la infección y era segura. Además, se beneficiaban más quienes tomaban una dosis menor.
Fue este año cuando otro investigador, David Meltzer, vio el estudio y decidió estudiar si la vitamina D era benéfica para prevenir la infección por Covid-19. Uno de los que comenzó a estudiar una posible relación, porque se sabe que las personas de piel negra tienen niveles más altos de melanina, que bloquea los rayos UV y por ende la formación de la vitamina. El Sol es una fuente de este suplemento necesario para el cuerpo. Y por eso los adultos mayores con ese tipo de piel sufrían más por la Covid-19.
Se encontró que tener una deficiencia de la vitamina se asocia con mayor probabilidad de contagio, hallazgo corroborado por un estudio israelí en The FEBS Journal. Halló la misma correlación.
Estos hallazgos han derivado en numerosos estudios que tratan de confirmar ese vínculo, porque hay varias inquietudes más por resolver: ¿si sirve, cuál es la dosis recomendada? Mucha vitamina D puede conducir a un exceso de calcio en la sangre derivando en daño a órganos.
En mayor un estudio en el Reino Unido no halló relación entre la falta de esa vitamina y el mayor riesgo de contraer Covid-19.
Todo esto ha hecho que el tema no esté resuelto y persistan las inquietudes. ¿Es la deficiencia de la vitamina la que facilita la infección u otras condiciones como la edad y las comorbilidades?
Hace años se pensaba que esa vitamina se limitaba a la salud ósea y al metabolismo del calcio. Pero desde comienzos de siglo se ha visto que tiene además un papel en el sistema inmunitario y quienes tienen un déficit son más dados a infecciones, bacteriales y virales. Ella regula la expresión de unos genes relacionados con el sistema.
Hoy hay más de 30 entradas en clinicaltrials.gov que bien estudian la relación entre los niveles bajos de la vitamina y Covid o examinan la efectividad de los suplementos de este elemento en la prevención o tratamiento de la enfermedad.
Martineau está convencido de que por lo observado en laboratorio la vitamina D debería ser benéfica, regulando una serie de mecanismos inmunitarios innatos como antivirales y a la vez reduciendo las respuestas inflamatorias que, se ha visto, son muy nocivas en pacientes con Covid-19.
Mas todo esto tendrá que demostrarse en estudios más completos, que entre otros aspectos analicen resultados con diferentes dosificaciones, de 800 unidades a 6000 o 20 000, como han propuesto algunas de las investigaciones en curso. En el análisis de Martineau y colegas, un meta análisis de 39 investigaciones con 29 000 pacientes, la dosis que provee la mejor protección contra las enfermedades respiratorias está entre 400 y 1000 unidades diarias. (La recomendación general de los organismos de salud es ingerir de 600 a 800 unidades en adultos).
Aunque parece que podría proteger, no está totalmente claro el vínculo entre niveles adecuados de vitamina D y menor incidencia de Covid-19. Eso es lo que tratan de determinar todas esas investigaciones en curso. No se puede ingerir la vitamina a la loca, por los daños colaterales que podría tener una dosificación demasiado alta.
Nota: con aportes de The Scientist.
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