El momento de su muerte debió ser terrible hace cerca de 3500 años. Un dolor provocado por algo que no se puede saber hoy. Aunque sufría de artritis en la columna, la muerte a los 48 años de edad más o menos no fue nada bueno.
La historia, les cuento, es como sigue:
Una expedición arqueológica a Egipto, en Deir Elbahari, cerca a Luxor, lugar de la antigua Tebas, excavó la tumba de Senmut, un arquitecto que además era reputado amante de la reina Hatschepsut (1479 a 1458 antes de nuestra era). En otra recámara estaba su madre Hat-Nufer y otros parientes. Y allí llegó el terror.
En un féretro encontraron una momia de una mujer, cuyas características llamaron tanto la atención que hace poco fue sometida a una revisión exhaustiva, incluso con imágenes de tomografía computarizada para verla milímetro a milímetro.
Carecía de varios dientes, algunos extraídos, pues no olvidemos que los egipcios fueron los primeros dentistas conocidos. Otros estaban partidos.
Se encontró que debió medir unos 1.54 centímetros en vida y sufría artritis de la columna. No se hallaron incisiones, de modo que, no era la costumbre, fue momificada con sus órganos, cuando en el Nuevo Reino se acostumbraba extraerlos todos salvo el corazón. Fue, además, embalsamada con costosos materiales. Tenía una peluca negra y dos anillos, de oro y plata.
Esa peluca era negra, fibras de una palma tratadas con cuarzo, magnetita y cristales de albita. Eso representaba juventud. Su cabello natural estaba tinturado con henna y junípero.
Pero lo que desde siempre más llamó la atención fue la expresión de su rostro: presenta una mueca que revela dolor severo. Sue embalsamadores no le cerraron la boca.
"La expresión facial de grito en este estudio pude leerse como un espasmo cadavérico, implicando que la mujer murió gritando de agonía o dolor", es la hipótesis de Sahar Saleem, profesor de radiología en el Hospital Kasr Al Ainy en la Universidad de El Cairo, uno de los autores de la investigación, publicada en Frontiers in Medicine.
El espasmos cadavérico, explico, es una forma rara de endurecimiento muscular, por lo general asociado con muertes violentas bajo condiciones físicas extremas e intensa emoción.
Pobre mujer.
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