Cosas extrañas tienen nuestra anatomía y el desarrollo de nuestros cuerpos. Pensaría uno que lo último que se formó no fuera lo primero en deteriorarse. Pero así es y explica bien problemas de salud en la edad adulta.
Hace seis millones de años que chimpancés y humanos se separaron de su ancestro común y nuestro cerebro pronto fue ganando masa que nos ayuda para tomar decisiones y mantener el autocontrol. Pero para sorpresa esas mismas regiones son las que más rápido se deterioran cuando se envejece.
Me explico:
Estudios anteriores han mostrado que regiones del cerebro que son las últimas en desarrollarse, son las primeras en deteriorarse. Y ahora una nueva investigación concluye que las regiones que maduran tarde son las más susceptibles al envejecimiento y además evolucionaron después.
Estos resultados tienden a respaldar la "Importante hipótesis de que nuestra expansión cortical vino con el precio de un declive relacionado con el envejecimiento", en palabras de Rogier Mars, neurocientífico de la University of Oxford en el Reino Unido.
Y estos resultados fueron publicados en Science Advances.
Así fue el estudio:
Los científicos crearon mapas de datos de los cerebros de 189 chimpancés entre 9 y 50 años de edad, y de 480 personas con edades de 20 a 74 años. Vieron que los cerebros de las dos especies son simétricas en general en los dos hemisferios y tienen estructuras anatómicas similares, en especial en áreas de la corteza prefrontal, región involucrada en funciones cognitivas complejas, como lenguaje, la memoria de trabajo, la percepción del tiempo y la toma de decisiones.
Los científicos midieron luego cuánta materia gris se encogía con el tiempo, señal de envejecimiento. En los animales humanos encontraron los mayores declives en la corteza frontal, incluyendo la corteza prefrontal, mientras que en chimpancés es en el striatum,, estructura relacionada con la formación de hábitos y conductas gratificantes. En ambas especies envejecían menos las regiones implicadas en el procesamiento visual y las habilidades motrices.
Los científicos evaluaron después qué regiones se han expandido más en las dos especies y el evolutivo más rápido se da en áreas de la corteza prefrontal, una de las que envejecen más rápido, y en la ínsula, que tiene funciones en el procesamiento de emociones y señales corporales.
Conclusión:
"Evolutivamente, los últimos, los más grandes cambios", dijo el investigador Felix Hoffstaedter, coautor, "Es donde el envejecimiento se da más".
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