lunes, 6 de mayo de 2024

Demuestran que la rabia puede producir infarto

 

Los sucesos repetidos de ira afectan los vasos sanguíneos y aumentan riesgo de sufrir infarto o derrame. Foto GoodFon


Hay personas cascarrabias, esas que se encienden con facilidad y que por cualquier insignificancia expresan ira, rabia. Pues hay noticias para ellos: recurrir al sentimiento de ira puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedad cardiaca. ¿Cómo? Limita la capacidad de los vasos sanguíneos de abrirse.

Eso concluye un estudio publicado en el Journal of the American Heart Association, financiado por los Institutos Nacionales de Salud NHI de Estados Unidos.

Es la primera vez que se demuestra que la ira está relacionada con la deficiencia vascular, precursora de  un daño a más largo plazo que puede derivar en infarto y derrame.

"Por mucho tiempo hemos sospechado con base en estudios observacionales, que la ira puede afectar de modo negativo el corazón. Este estudio en adultos sanos ayuda a llenar un vacío de conocimiento y muestra cómo puede ocurrir eso", según Laurie Friedman, Ph. D., psicóloga en uno de los Institutos. "También abre la puerta a promover intervenciones en el manejo de la ira como modo potencial de ayudar a evitar la enfermedad cardiaca".

Mientras un brote ocasional de ira es normal y por lo general tiene un impacto benigno en el corazón, la ira recurrente o frecuente es preocupante según los investigadores. "Si usted es una persona que está iracunda todo el tiempo, está produciendo lesiones crónicas en sus vasos sanguíneos", dijo la cabeza de investigación, Daichi Shimbo, cardiólogo de Columbia University. "Son estas lesiones crónicas que en el tiempo pueden provocar efectos irreversibles en la salud vascular y eventualmente aumentar el riesgo de enfermedad cardiaca".

 El estudio involucró 280 adultos sanos entre18 y 73 años de edad en el área de New York City. Se les midieron cambios del flujos de sangre en los vasos sanguíneos y luego se sometieron por grupos a pruebas en las que debían experimentar ira, ansiedad, tristeza o un estado neutro.

 Los investigadores encontraron quela capacidad de los vasos sanguíneos para dilatarse fue mucho más reducida entre los participantes del grupo que experimentó ira. Ese problemas en los vasos se sostuvo durante 40 mintos.

Los vasos sanguíneos de quienes experimentaron tristeza o ansiedad no se alteraron.



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